02 octubre 2013

Camille Claudel, 1915 (Bruno Dumont)

Juliette Binoche


Frases y Diálogos de la película: "Camille Claudel, 1915" (Bruno Dumont)


Doctor: ¿Cómo está? ¿Cómo va todo?
Camille Claudel: Estoy aquí sin saber por qué. ¿Cuánto durará esta broma? ¿Hasta cuándo? Me gustaría saber. Encarcelada como una criminal. Peor. Sin abogado… Ni mi familia quiere ayudarme a salir de este infierno. Privada de la libertad… del fuego, de comida y entretenimiento básicos. Hasta mis padres me han abandonado. Responden a mis quejas con un mutismo absoluto. Es terrible verte abandonada así. No puedo resistir, el dolor me oprime. Mamá y mi hermana me han secuestrado de la forma más absoluta. Ni carta ni una visita. Les interesa mucho que no salga de aquí. Se quedan con mi herencia. ¿Me culpa entonces? ¿Por haber vivido sola? ¿Por haber pasado mi vida con gatos? (…)



Juliette Binoche


- ¿Qué pasa, Señorita Claudel?
- No puedo más. ¡No puedo más! ¡Soy un ser humano! No soporto los gritos de estas criaturas. ¡Me rompen el corazón!




Jean-Luc Vincent


Paul Claudel: (…) Tú que eres Todopoderoso no puedes impedir que yo te ame. Sabes que una persona cercana a mí ha cometido el mismo crimen que tú. Y lo expía desde hace 2 años en una casa de salud. Matar a un niño que es un alma inmortal. Es horrible. ¿Cómo puedes vivir y respirar con semejante crimen en la conciencia? ¿Quizás lo has malinterpretado? De todas formas, no hablo con la indignación de un fariseo, sino con la compasión de un hermano.



Jean-Luc Vincent


Paul Claudel: Próximo a visitar a mi pobre hermana, Camille, en Montdevergues. En el fondo estoy convencido de que, como en la mayoría de las llamadas “locuras”, se trate de una verdadera posesión. Es curioso, no obstante, que las formas casi únicas sean el orgullo y el terror, delirios de grandeza y delirios de persecución… Ha sido una gran artista y su orgullo y su desdén por lo inminente no conocía límites. Quizá esto se haya exagerado con la edad y la infelicidad. Yo tengo el carácter de mi hermana, aunque un poco más blando y menos soñador. Sin la gracia de Dios mi historia hubiese terminado como la suya o todavía peor.



Paul Claudel: No me hice cristiano para disfrutar del sentimiento religioso o de algún tipo de placer místico. Siempre he odiado eso. No me hice cristiano por eso. Yo me hice cristiano para obedecer sin interés, para saber lo que se esperaba de mí. Pero nunca he tenido la idea de disfrutar de Dios o encontrar goce o placer en algún otro sitio. Hubiera considerado que era bastante vil, ¿no?



Frases de la película Camille Claudel 1915


Paul Claudel: ¡Qué terrible tristeza! No hay peor trabajo que el arte. El genio se paga. ¡Qué tragedia! ¡Qué vida! La vocación artística es una vocación peligrosa y hay pocos que puedan resistirla. El arte se dirige a las facultades del espíritu particularmente peligrosas, a la imaginación y a la sensibilidad que pueden fácilmente llegar a romper el equilibrio y guiar una vida con poco aplomo. A los 30 años mi hermana pensó que Rodin no se casaría. Todo se colapsó a su alrededor y su razón no resistió. Ese fue el final de su vida consciente. 







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Frases de la película Camille Claudel 1915

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