09 enero 2018

Frases de la película: Three Billboards Outside Ebbing, Missouri (Martin McDonagh)

Frances McDormand


Frases y Diálogos de la película "Three Billboards Outside Ebbing, Missouri" (Tres anuncios en las afueras). Director: Martin McDonagh, Guion: Martin McDonagh, Música: Carter Burwell, Fotografía: Ben Davis. 

Una de las cosas que llamó mi atención inmediatamente en las primeras escenas de esta película, es cuando Mildred Hayes se dirige hacia la empresa de publicidad, responsable de las vallas a las afueras de Ebbing, y su director, Red Welby se encuentra leyendo un libro muy interesante. "A Good Man Is Hard to Find" de Flannery O'Connor, una de las escritoras y damas del sur de la literatura norteamericana más brillantes y mordaces. Y ese relato es uno de sus más emblemáticos y despiadados, y nos devela un adelanto de la película que empezamos a ver. La película más reciente del director, dramaturgo y guionista Martin McDonagh, es precisamente como el relato de O'Connor, una película mordaz, una “comedia” dramática negrísima, que tiene el ambiente y los personajes característicos de la literatura de O'Connor y de otra gran dama del sur, como Carson MacCullers, y que también es el estilo que el mismo director y dramaturgo se ha ido creando, y con esta película ha alcanzado su punto cumbre. La película cuenta la historia de Mildred Hayes (Frances McDormand), una mujer de 50 años cuya hija ha sido asesinada, por lo que decide iniciar por su cuenta una guerra contra la policía de su pueblo al creer que están más interesados en torturar a los afroamericanos que en hacer justicia, por lo que instala en tres grandes vallas a las afueras de la ciudad, una serie de frases que perturban a la policía local. Si tengo que resaltar algo, tendría que ser TODO. Su dirección, su fotografía, su ambientación, su GUIÓN es inmenso, perfectamente estructurado, impecable y detallista. Y mención aparte para sus actores, quienes todos están brillantes, destacando a Peter Dinklage, John Hawkes, Caleb Landry Jones, Lucas Hedges, y especialmente a tres gigantes actores, Woody Harrelson, Sam Rockwell y Frances McDormand. Se apropian de sus papeles, de sus diálogos, y absolutamente todo funciona. Es humana, es trágica, es violenta, es sarcástica, es crítica e impecablemente realizada. Entró en mi Top 10 de lo mejor del 2017. Y es una de esas películas que cuando terminé de verla, en la oscuridad de mi cuarto, no me pude contener en aplaudir. Acaba de ganar el Globo de Oro a Mejor Película Drama, y es fuerte candidata al Oscar. Y me encanta que sea una película con tanto interés en el texto y en la literatura.  

Y a propósito del cuento de Flannery O'Connor, dejo dos frases para que se animen a leerlo. Es de mis favoritos:

—Habría sido una buena mujer —dijo el Desequilibrado— si hubiera tenío a alguien cerca que le disparara cada minuto de su vida.

—Cállate, Bobby Lee —dijo el Desequilibrado—. No hay verdadero placer en la vida.

(A Good Man Is Hard to Find, de Flannery O'Connor)





Reportera: En tres, dos, uno. Mildred Hayes, ¿por qué colocó esas vallas?
Mildred Hayes: Mi hija, Angela... fue raptada, violada y asesinada, hace 7 meses, en este estrecho camino de aquí. Me parece que la policía local, está muy ocupada torturando personas negras... como para preocuparse por hacer algo por resolver crímenes reales. Pensé que estas vallas, quizás puedan enfocar sus mentes un poco. No sé qué está haciendo la policía, para ser honesta. Solo sé que... el cuerpo quemado de mi hija, está 2 metros bajo tierra... mientras ellos comen dónuts y hostigan a niños de 8 años por patinar en parqueos.
Reportera: ¿Y qué tiene que ver el Alguacil Willoughby en esto?
Mildred Hayes: ¿Él es el jefe de ellos, cierto? El dinero, debe de terminar en alguna parte.
Reportera: ¿Y el dinero termina en Willoughby?
Mildred Hayes: ¡Sí! Termina en Willoughby.




Frases de la película Three Billboards Outside Ebbing, Missouri


(Los 3 anuncios):

¿CÓMO, OFICIAL WILLOUGHBY?

¿AÚN SIN ARRESTOS?

VIOLADA MIENTRAS MORÍA




Caleb Landry Jones


Mildred Hayes: ¿Eres Red Welby?
Red Welby: Sí, señora. ¿Puedo ayudarla?
Mildred Hayes: Oí que esas tres vallas afuera del camino de Drinkwater... ¿Eres quien las alquila, cierto?
Red Welby: No sabía que teníamos vallas en... ¿Dónde queda Drinkwater?
Mildred Hayes: Regresando del camino de Sizemore.
Red Welby: Nadie lo utiliza desde que hicieron la carretera. Tiene razón. Tenemos tres vallas allí, nadie las utiliza desde... 1996. Eran enormes.
Mildred Hayes: ¿Cuánto costaría rentarlas por un año?
Red Welby: ¿Un año? ¿Quiere pagar por tres vallas, en un camino que nadie utiliza... a menos que se pierdan, o sean retrasados, por un año?
Mildred Hayes: Que sea rápido, Welby.
Red Welby: Bueno... Bien, como lo que digo va a la junta de Publicidad de Ebbing. Le conseguiré un buen trato por esas vallas publicitarias. Ahora, ¿cuál era su nombre, señora...?
Mildred Hayes: ¿Qué expresa la ley, sobre lo que puedo escribir o no, en una valla? ¿Supongo que no se puede escribir nada difamatorio... tampoco, "mierda", "orina" o "puta", cierto?
Red Welby: O... ano.
Mildred Hayes: Bueno, creo que estará bien entonces. Aquí tienes $5 mil, por el primer mes, supongo que es suficiente. Y esto es lo que las vallas deben contener. ¿Por qué no haces un contrato, asegurando que nadie rente esas vallas a mis espaldas?
Red Welby: Supongo que es la madre de Angela Hayes.
Mildred Hayes: Así es. Soy la madre de Angela Hayes. Mi nombre es Mildred.




Woody Harrelson


Oficial Willoughby: ¿Podemos hablar? Hice todo para atrapar al tipo que lo hizo, señora Hayes. Pero cuando el ADN, no coincidió con ninguno de los arrestados... y cuando el ADN, no coincidió con ningún otro crimen a nivel nacional... y cuando no hubo ningún solo testigo desde el tiempo que ella dejó su casa... al tiempo que la encontramos, bueno... Justo ahora no hay mucho que podamos hacer.
Mildred Hayes: Podría sacar la sangre de todo hombre y niño de este pueblo... arriba de los 8 años.
Oficial Willoughby: Hay leyes de Derechos Civiles que impiden eso, señora Hayes. ¿Y qué pasa si él solo pasaba por el pueblo?
Mildred Hayes: Pida la de sangre de cada hombre en el país, entonces.
Oficial Willoughby: ¿Y si sólo pasaba por el país?
Mildred Hayes: Si fuera yo. Comenzaría una base de datos... de cada bebé varón nacido, los pondría allí... y tan pronto hicieran algo malo, contrastaría información... y me aseguraría un cien por ciento que el resultado fuera correcto... entonces, los mataría.
Oficial Willoughby: Sí, bueno, hay... definitivamente, leyes de Derechos Civiles que prohíben eso. Hago todo lo que puedo para rastrearlo... No creo que esas vallas sean muy justas.
Mildred Hayes: El tiempo que le tomó venir aquí y quejarse como una perra, Willoughby... cuando otra pobre chica, probablemente esté siendo asesinada justo ahora. Pero me alegra que tenga sus prioridades definidas, debo reconocer eso.
Oficial Willoughby: Hay algo más, Mildred. Tengo cáncer. Estoy muriendo.
Mildred Hayes: Lo sé.
Oficial Willoughby: ¿Qué?
Mildred Hayes: Lo sé. La mayoría en el pueblo lo saben.
Oficial Willoughby: ¿Seguirás colocando esas vallas?
Mildred Hayes: Bueno, no serán tan efectivas después de que se muera, ¿cierto?




Caleb Landry Jones


Sargento Desk: ¿Qué carajos creías que hacías, Wilby? ¡Vallas de esa clase! ¿No pensaste que habrían repercusiones legales?
Red Welby: ¿Qué repercusiones legales, Cedric?
Sargento Desk: ¿Quieres que yo se las explique... a una basura como tú? ¡Y no me llames Cedric!
Red Welby: No va en contra de ninguna ley de propiedad o de otra mierda. Verifiqué todo esto.
Sargento Desk: ¿Y dónde verificaste esto?
Red Welby: En... un libro.
Sargento Desk: ¿En qué libro, genio?
Red Welby: En uno llamado: "bésame el trasero, no es de tu incumbencia". ¡Mierda!
Oficial Willoughby: ¿Por cuánto tiempo, esta o estas personas... rentaron esas vallas?
Red Welby: Por todo el año.
Oficial Willoughby: ¿Y por cuánto te pagó ella realmente?
Red Welby: Por todo el año.
Oficial Willoughby: ¿Entonces es una mujer, no es así?
Red Welby: No tengo permiso para dar esa información, Alguacil.
Oficial Willoughby: ¿Mildred Hayes, quizás?
Red Welby: No tengo permiso para dar esa información, Alguacil.
Oficial Willoughby: ¿Realmente, quieres joder al Departamento de Policía de Ebbing, Red? ¿Quieres hacerlo?
Red Welby: Supongo...




Sam Rockwell


Dixon: ¿Él dijo qué? ¿En tu cara?
Sargento Desk: Ningún crimen se ha cometido aquí.
Dixon: ¡Vamos! ¿La difamación no es un tipo de crimen?
Sargento Desk: No es difamación, si ella solo está haciendo una pregunta.
Dixon: ¿Qué eres, un idiota?
Sargento Desk: ¡No me llames idiota, Dixon!
Dixon: ¡No te llamé idiota! Te pregunté, si eras un idiota. Era una pregunta.
Oficial Willoughby: ¡Allí lo tienes, Cedric!
Dixon: ¡Así es! ¡Vamos, viejo!
Oficial Willoughby: ¡No te vayas enfadado!
Sargento Desk: ¿Por qué diablos mantienes a ese hombre, Bill?
Oficial Willoughby: Es un buen hombre, en su corazón.
Sargento Desk: ¡Torturó a un hombre en custodia, Bill!
Oficial Willoughby: ¡No hubo... evidencia real para respaldar eso!




Lucas Hedges


Mildred Hayes: Padre Montgomery.
Padre Montgomery: ¿Mildred? Lamento hablarle tan tarde, pero... Debo decir que Robbie ha sido un anfitrión espléndido. A pesar de haber tenido, como me comentaba, un día algo difícil en la escuela.
Robbie: Oh, no, solo algunos chicos del equipo que me decían estupideces.
Mildred Hayes: ¿Estupideces sobre qué?
Padre Montgomery: Sobre esas vallas, Mildred. Que es sobre lo que he venido a hablar con usted, Mildred.
Mildred Hayes: Oh. Continúe.
Padre Montgomery: Sé lo difícil que ha sido para ti, Mildred. El año pasado. Todo lo sabemos. Y si hay algo que necesites... estaremos allí. Siempre. Pero el pueblo, también sabe qué clase de hombre es William Willoughby. Y el pueblo, está completamente en contra de esas vallas suyas.
Mildred Hayes: ¿Hizo una encuesta, no, Padre?
Padre Montgomery: Sabe, Mildred... si no hubiera dejado de asistir a la iglesia... tuviera una mejor comprensión de los sentimientos de las personas. Hubo más de una decena de personas que se me acercaron el domingo. Así que, sí, hice una encuesta. Todos la apoyan... en lo de Ángela. Nadie la apoya con esto.
Mildred Hayes: ¿Sabe qué estuve pensando sobre este día? Pensé sobre esas pandillas callejeras, que... son de Los Ángeles, los Crips y los Bloods. Pensaba sobre esas leyes nuevas que crearon en 1980, creo que fue... para combatir a esas pandillas, los Crips y los Bloods. Y, si lo recuerdo, correctamente, la esencia de esas nuevas leyes, eran... que si te unías a una de esas pandillas, y corrías con ellos.. y abajo de tu cuadra, una noche, sin tu conocimiento... uno de tus amigos Crips o de los Bloods, dispara o apuñala a alguien. Bien, aunque no supieras nada sobre eso... Incluso, si solo hubieras estado parado en... en la esquina de la calle teniendo tus propios pensamientos... lo que esta nueva ley enunciaba era que... aún así eras culpable. Aún así eras culpable, por el simple hecho de unirte... a esos Crips o a esos Bloods, en primer lugar. Lo que me dejó pensando, Padre. Toda esa situación es parecida a la de los chicos de su iglesia, ¿cierto? Tienen sus colores, tienen su casa club... son, en otra palabra, una pandilla. Y si están arriba fumando una pipa y leyendo su Biblia... mientras sus amigos, miembros de pandillas, se cogen a un ayudante, bueno... Padres, son igual que esos Crips y esos Bloods... son culpables. Porque se unieron a la pandilla, hombre. Y no me importa si nunca hicieron una mierda, o nunca vieron u oyeron una mierda. Se unieron a la pandilla, son culpables. Y cuando una persona es culpable... de cogerse a un ayudante, o de cogerse a cualquier chico... Porque sé que ustedes realmente lo minimizan... Entonces, ustedes pierden el derecho de venir a mi casa y decir... cualquier cosa sobre mí, de mi vida, de mi hija o de mis vallas. Bien, ¿por qué no termina su té, aquí, Padre? Y se va de mi maldita cocina.




Sam Rockwell


Dixon: Bueno, mira, mira... es el instigador de todo este maldito engaño, en primer lugar...
Red Welby: No instigué ni mierda, Dixon...
Dixon: Jugando billar con el enano del pueblo.
James: Tiene razón, Red, estás jugando con el enano del pueblo.
Red Welby: Bueno, es un policía, ya sabes, es observador.
Dixon: Sabes, siempre me desagradaste, Red. Desde que eras un niño mocoso. Y sigues pareciendo uno. Un niño mocoso.
Red Welby: Bueno, eso es desafortunado. Siempre pensé que eras genial.
Dixon: Incluso tu nombre, "Red Welby". Incluso tu nombre me desagrada.
Red Welby: Bueno... De acuerdo.
Dixon: Parece como si fueras algún tipo de maldito comunista o algo... y estuvieras orgulloso de eso.
Red Welby: No. Es porque tengo el cabello rojo.
Dixon: ¿Sabes lo que le hacen a los maricas en Cuba, Welby?
Red Welby: ¡Guao! Eso es extraño... No, ¿qué le hacen a los maricas en Cuba, Dixon?
Dixon: ¡Los matan! Lo que quizás te sorprenda, pero estoy en contra.
Red Welby: No estoy seguro si ellos matan a los maricas en Cuba, Dixon. Sé que el historial de los derechos humanos en Cuba, es muy deplorable... cuando se trata de la homosexualidad. ¿Pero matarlos? ¿Seguro que no estás pensando en Wyoming?
Dixon: Siempre de sabelotodo. ¡Dios! Es muy bueno, ¿cierto? Willoughby es un hombre bueno. ¡Oye, mírame! ¡Oye, mírame! Te estoy hablando de forma agradable, ¿no es así? Te hablo de forma agradable. Willoughby es un hombre bueno. Que no debería de pasarle a él, es lo único que piensa... en los últimos meses que le quedan.
Red Welby: ¿Los últimos meses, qué?
Dixon: Oh. No lo sabes. Sí, pancreático.
Mildred Hayes: Soy la próxima. Si alguna de ustedes señoritas, deja de pelear.




Frances McDormand


Oficial Willoughby: No me haga esa mirada. Si se deshace de cada policía con vagas inclinaciones racistas, entonces tendrá tres policías menos y todos ellos van a odiar a los maricas. ¿Entonces, qué hará, ya sabe? Quiero saber algo, Mildred... ¿Por qué le hizo un agujero a... las uñas del pobre gordo Geoffrey?
Mildred Hayes: Eso no pasó.
Oficial Willoughby: Su mano se deslizó y se hizo un agujero él mismo.
Mildred Hayes: ¿Él dijo que yo lo hice? ¿Supongo que solo es la palabra de él contra la mía, cierto? Como todos esos casos de violación que ha oído. Excepto que esta vez, la chica no está perdida.
Oficial Willoughby: ¿No es una cuestión de ganar o perder, cierto, Mildred? ¿Cree que me importa quién de ustedes gana o pierde entre los dos? ¿Piensa que me preocupa un dentista? No me preocupo por un dentista. ¡Nadie se preocupa por un dentista! Lo que me preocupa, o en lo que estoy interesado... es mantenerla en la corte tanto tiempo... que sus horas en la tienda de regalos serán tan cortas... que no tendrá un centavo para pagar otro mes por las vallas.
Mildred Hayes: Tengo...
Oficial Willoughby: Eso es en lo que estoy interesado.
Mildred Hayes: Tengo un poco de dinero guardado.
Oficial Willoughby: Lo que oí, fue que tuvo que vender el remolque de su exesposo... para pagar las vallas por este mes, ¿cierto? ¿Cómo está el viejo Charlie, por cierto? ¿Todavía se revuelca con esa bonita interna del trabajo del zoológico?
Mildred Hayes: Él, todavía se revuelca con cualquier chica con olor a mierda. No sé si el zoológico tuvo algo que ver con esto. Aunque, espero eso.
Oficial Willoughby: ¿Cuántos años tiene? ¿19?  Eso es listo.
Mildred Hayes: Siga intentándolo.
Oficial Willoughby: ¿Qué es lo que piensa Charlie de estas vallas suyas? ¿Un expolicía como Charlie?
Mildred Hayes: Expolicía, exgolpeador de su esposa. ¿Es lo mismo, supongo, cierto?
Oficial Willoughby: ¿La palabra de él, contra la suya, supongo, cierto? ¿Charlie, no sabe de esto, cierto?
Mildred Hayes: No es asunto de él.
Oficial Willoughby: ¿Sin embargo, él paga por eso, cierto?
Mildred Hayes: ¡Yo pago por eso!




Sam Rockwell


Mildred Hayes: Y, ¿cómo va el negocio de la tortura de negros, Dixon?
Dixon: Se dice, negocio de tortura de "personas de color", estos días. Y si quieres saberlo. No he torturado a nadie. ¿Qué pasa con usted? ¡Diciendo esas malditas cosas por TV! ¡Mi mamá mira esa estación!
Mildred Hayes: ¿Tu mamá no sabe sobre las torturas?
Dixon: No, ella no sabe nada sobre eso. Está en contra de esa clase de cosas.
Oficial Willoughby: ¿Quién está en contra de qué?
Dixon: ¡Mi mamá! ¡Está en contra de la tortura de personas de color! Ella dijo "tortura de negros". Yo le dije que no puede decir "tortura de negros" más. Tiene que decir "tortura de personas de color". ¿No es así, alguacil?
Oficial Willoughby: Pienso que puedo encargarme de la señora Hayes desde aquí, Jason.
Dixon: Seguro, jefe. Estaré afuera.




Frances McDormand


Mildred Hayes: ¿Oye, pendejo?
Dixon: ¿Qué?
Sargento Desk: ¡No digas, "qué"', Dixon... cuando te está llamando "pendejo"! ¡Y no venga aquí...!
Mildred Hayes: ¡Cállate! ¡Tú, ven aquí!
Dixon: ¡No! ¡Tú, ven aquí!
Mildred Hayes: Bien...
Sargento Desk: ¿Qué? ¡No, Dixon!
Dixon: ¿Qué? ¡Me haré cargo...!
Sargento Desk: No puede insultar a un miembro... público, llamándolo, pendejo, en la estación!
Dixon: ¡Eso hago, me encargo! ¡A mi manera! De hecho. ¡Ahora, sal de aquí! Señora Hayes. Tome asiento. ¿Qué puedo hacer por usted este día?
Mildred Hayes: ¿Dónde está, Denise Watson?
Dixon: Denise Watson, está detenida.
Mildred Hayes: ¿Bajo qué cargos?
Dixon: Posesión.
Mildred Hayes: ¿De qué?
Dixon: Dos cigarros de marihuana. Unos grandes.
Mildred Hayes: ¿Cuándo es la audiencia de la fianza?
Dixon: Le pedí al juez que no le diera fianza. Teniendo en cuenta sus violaciones previas y el juez, aceptó.
Mildred Hayes: Maldito idiota.
Dixon: Usted no llama a un oficial de la ley... maldito idiota, en su propia estación, señora Hayes. O en ningún lugar, de hecho.
Mildred Hayes: ¿Qué pasa con esa nueva actitud rigurosa, Dixon? ¿Tu mamá te ha entrenado?
Dixon: No. Mi mamá... no hace eso… ¡Quítalas! ¿Me oíste?




Frances McDormand


Reportera: (…) Este reportaje, no puede evitar preguntar, si esto le pone un fin... a la extraña saga de las tres vallas afuera...
Mildred Hayes: Esto no le pone un final a nada, maldita retardada... este es solo el comienzo. ¿Por qué no pones eso en tu maldito programa "Buenos días, Missouri"? ¡Perra!




Sam Rockwell


(Carta a Dixon): Jason, Willoughby escribe. "Estoy muerto ahora, lo siento por eso... pero hay algo que quiero decirte a ti... que nunca dije cuando estaba con vida. Creo que tienes las cualidades para ser un verdadero policía bueno, Jason... y, ¿sabes por qué? Porque en el fondo... eres un hombre decente. Sé que tú no crees que yo pienso eso, pero lo hago, pedazo de mierda. También, creo que estás muy enojado, sin embargo... y sé que todo es desde que tu papá murió y... tuviste que cuidar después de tu mamá y todo eso. Pero mientras, mantengas mucho odio... no creo entonces que vayas a convertirte...  en lo que sé que quieres convertirte... en un detective. Porque tú sabes lo que necesitas para convertirte en un detective.  Y sé que vas a retorcerte de dolor cuando diga esto. Pero lo que necesitas para convertirte en un detective... es amor. Porque a través del verdadero amor, viene la calma... y a través de la calma viene el pensamiento.  Y necesitas pensamiento para detectar cosas algunas veces, Jason. Eso es todo lo que necesitas. No necesitas un arma, incluso. Y definitivamente, no necesitas odio. El odio, nunca ha resuelto nada. Pero, la calma sí. Y el pensamiento, sí. Inténtalo. Inténtalo solo como un cambio. Nadie pensará que eres gay. ¡Y si lo hacen, arréstalos por homofobia! ¡No se sorprenderán! Buena suerte, Jason. Eres un hombre decente... y sí, has tenido una racha de mala suerte. Pero las cosas van a cambiar para ti... puedo sentirlo. Calma. Calma. Calma.



Si conoces otras frases, diálogos o monólogos que destacar de la película Three Billboards Outside Ebbing, Missouri (Martin McDonagh)) deja tu comentario ;)


Reseña de la película y Cuento de Flannery O´Connor (A.S.B Virtual Info)




Martin McDonagh

5 comentarios:

  1. me gustaria poder ler la carta que deja a su mujer despues de suicidarse el jefe de policia en la pelicula tres anuncios a las afueras

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    1. "Mi querida, Anne". Hay una carta más larga en el mueble de la ropa que he escrito en las últimas semanas. Esa, nos protege a nosotros y mis memorias de nosotros y lo mucho que
      siempre te he amado. Esta, solo nos protege esta noche y, aún más importante, de este día. Esta noche, he ido dónde
      los caballos para terminarlo. No puedo disculparme por el acto en sí. A pesar de que sé que por un pequeño tiempo, estarás enojada conmigo o incluso me odiarás por ello. Por favor, no lo hagas. Este no es un caso de 'vine a este mundo solo y me iré solo', o cualquier cosa tonta como esa. No vine a este mundo solo, mi mamá estaba allí y no me iré solo porque tú estabas allí ebria en el sofá haciendo bromas
      de pene de Oscar Wilde. No. Este es el caso, en cierto sentido, de valentía. No de la valentía de encarar una bala. Los siguientes meses de dolor, hubieran sido muy difíciles más que ese pequeño destello. No, es la valentía de sobrepasar los próximos meses de estar contigo aún despertar contigo o de jugar con las niñas. Contrario a los siguientes
      meses y ver a tus ojos cuánto mi dolor te está matando cuánto mi cuerpo débil es absorbido y te ocupas en que esos sean
      tus recuerdos finales de mí. No tendré eso. Tus recuerdos finales de mí, serán de nosotros al lado del río y ese tonto juego de pesca en el que creo que ellas hicieron trampa y de mí, dentro de ti, y tú arriba de mí y a penas un pensamiento efímero de la oscuridad que está por venir. Eso fue lo mejor, Anne. Un día entero sin tener nada en qué pensar. Quédate con este día, amor, porque fue el mejor día de mi vida. Besa a las niñas por mí y entérate de que siempre te he amado y quizás te vea de nuevo si hay otro lugar. Y si no lo hay. Bueno, ha sido el cielo conocerte a ti.
      Tu chico... Bill.

      Saludos!
      A.S.B

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  2. Muchas gracias por tu esfuerzo.

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