Narrador: Grace no era experta en automóviles exclusivos, pero reconoció sin dificultad el sonido del vehículo que estaba a la vuelta de la esquina en Canyon Road en ese mismo momento. Por último, en la memoria de Grace, el ronroneo legendario del Cadillac serie 355C estaba inextricablemente enlazado a otro, bastante menos sofisticado: el de disparos dirigidos contra su persona
Grace: ¡No! ¿Necesitas justificar tus acciones antes de dispararnos? Eso es nuevo. Eso podría interpretarse como debilidad, papá. Me has decepcionado.
Padre: No voy a dispararle a nadie.
Grace: Me disparaste antes.
Padre: Si. Lo siento. Estoy arrepentido. Estabas lejos. Pero dispararte no sirvió de nada, ciertamente. Por supuesto, tu eres muy, muy obstinada.
Grace: Si no quieres matarme, entonces ¿por qué has venido?
Padre: Dado que esa conversación en la que me dijiste lo que no te gustaba de mí nunca concluyo realmente, dado que te fuiste, debería estarme concedido decirte lo que no me gusta de ti. Eso, creo, es lo que sería una regla de conversación cortés.
Grace: ¿Por eso apareciste? ¿Y me llamas obstinada? ¿Estás seguro de no haber venido a forzarme a volver, y llegar a ser como tú?
Padre: Pensé que había una posibilidad de forzarte, pero claro que eso nunca sucederá. Serías más que bienvenida, si retornas a casa, y te conviertes en mi hija nuevamente. Hasta comenzaría a compartir mi poder y responsabilidad, si te atreves. Si no te importara...
Grace: ¿Entonces, qué es? ¿Qué es la cosa, la cosa que no te gusta de mí?
Padre: Es una palabra que usaste, que me provocó. Me llamaste arrogante.
Grace: Saquear, cual si fuera un don del derecho divino, yo llamaría a eso arrogancia, papá.
Padre: Eso es exactamente lo que no me gusta de ti. Eres tú la que es arrogante.
Grace: ¿Es eso lo que viniste a decir? No soy la que estoy juzgando, tu eres.
Padre: Tu no estás juzgando, porque simpatizas con ellos. Una niñez de privaciones y un homicidio, realmente no justifica un homicidio, ¿Cierto?. La única cosa que puedes culpar son las circunstancias. Violadores y asesinos son tal vez víctimas, de acuerdo contigo, pero yo, yo los llamo perros. Y si lamen en su propio vómito, la única forma de pararlos es con el látigo.
Grace: Los perros solo obedecen su propia naturaleza. Entonces, ¿por qué no deberíamos perdonarlos?
Padre: A los perros se les puede enseñar a hacer muchas cosas útiles, pero no si los perdonamos cada vez que obedecen a su propia naturaleza.
Grace: ¿Así que soy la arrogante? ¿Soy arrogante porque perdono a la gente?.
Padre: Dios mío. ¿Puedes ver cuan condescendiente eres al decir eso? Tu tienes, tu tienes esa noción preconcebida de que nadie -escucha- nadie puede lograr el mismo nivel de actitud ética que tú, así que los exoneras. ¡No puedo, no puedo pensar en nada más arrogante que eso!. Tú, mi niña, mi niña adorada, tú perdonas a otros con excusas que nunca en la vida aceptarías para ti misma.
Grace: ¿Por qué no debería ser misericordiosa? ¿Por qué?
Padre: No, no, no, debes, debes ser misericordiosa cuando sea el tiempo de ser misericordiosa, pero debes mantener tu mismo principio. Se lo debes a ellos, se lo debes. Todo eso que te mereces por tus transgresiones, se lo merecen por sus transgresiones.
Grace: Son seres humanos.
Padre: ¿Todo ser humano necesita dar cuenta de sus acciones? Por supuesto que sí. ¡Tú no les das esa oportunidad!. ¡Eso es extremadamente arrogante!. Te amo, te amo a muerte. Pero eres la persona más arrogante que haya conocido nunca. Y me llamas arrogante. No tengo más que decir.
Grace: Eres arrogante, soy arrogante, lo has dicho, ahora puedes irte.
Padre: No sin mi hija, supongo. Dije sin mi hija.
Grace: Sí
Padre: Bueno...
Grace: Si!!!!
Padre: Bueno, tú decides, tú decides. Grace, dicen que tienen problemas aquí...
Grace: No. No más que en casa.
Padre: Voy a darte un tiempito para pensar esto. Tal vez cambies de idea.
Grace: No lo haré.
Padre: Escucha amor mío. El poder no es tan malo. Estoy seguro de que puedes encontrar tu vía de hacer uso de eso a tu manera. Da un paseo y piénsalo.
Grace: La gente que vive aquí hace las cosas lo mejor posible bajo circunstancias muy duras.
Padre: Si tú lo dices... pero lo mejor posible, ¿ es realmente suficiente? Te amo.
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