15 febrero 2013

The Bully Project (Lee Hirsch)




- ¡Me entró lluvia en el ojo!
- Odio la lluvia
- Amo la lluvia. ¿Sabes cuál es mi filosofía? Mi filosofía sobre la lluvia. ¿Has visto que cuando alguien no soporta más, llora? El mundo está asimilando tanto, que su capacidad se rebasa, y por eso llueve. Porque se descarga.







- Alex no encaja. Lo intenta. La gente lo encuentra raro. Pero lo que me enoja es que si llegaran a conocerlo, sería el amigo más devoto del mundo. Sin duda no le facilitamos las cosas aquí, ¿o sí?

- Si nos contara estas cosas a diario, cuando sucedan, lo sabríamos.

- Me imagino que lo único peor para él, que llorar o derrumbarse frente a esos niños cuando le pegan, es tener que volver a casa y contártelo a ti… Él quiere ser como tú. Nunca te ve llorar.

- Nunca está presente cuando lloro. 

- La próxima vez que esté presente te pegaré fuerte para que te pongas a llorar. (risas)




(Padre y su hija lesbiana)

Padre: Nunca entendí el dicho: “No sabes lo que ha vivido alguien hasta que caminas un kilometro en sus zapatos”. Nunca entendí la profundidad de su significado hasta que tuve una hija lesbiana. Me ha hecho revaluar por completo quién soy y qué soy como ser humano para ver la fealdad que ha surgido.

Hija: Me llevó bastante ver que no se cambia la actitud de la gente así como así. Se necesitan muchas personas, en distintos momentos de su vida, que hablen para lograr un cambio. No podré hacerlo yo sola.









06 febrero 2013

The Master (Paul Thomas Anderson)



Freddie: ¿A qué se dedica?
Lancaster Dodd: Me dedico a muchas, muchas cosas. Soy escritor, doctor, físico nuclear, filósofo teórico… pero por encima de todo soy un hombre. Un hombre irremediablemente inquisitivo, igual que tú. 






Lancaster Dodd: ¿Libertad y ausencia de tiranía para ti? Freddie… marinero de los mares. No pagas alquiler. Eres libre para ir adonde quieras. Pues, vete. Alcanza esa libertad sin tierra y buena suerte. Pues, si descubres una forma de vivir sin servir a ningún maestro, sea cual fuere, cuéntanos a los demás cómo lo lograste. Pues serías el primero en la historia del mundo. 






Lancaster: Es un proceso difícil y lento
Freddie: Es que no lo entiendo.
Lancaster: Yo tampoco. Por eso estamos aquí. 










Beyond the Hills (Cristian Mungiu)



Alina: Voichita, ¿aún me amas?
Voichita: Te quiero, pero no como antes
Alina: Pero, ¿cómo?
Voichita: No sé, es diferente.
Alina: ¿Cómo que diferentes? ¿Por qué es diferente?
Voichita: Porque ahora soy otra, Alina. Tengo a alguien más en mi alma.
Alina: ¿A quién? ¿Quién más puede estar en tu corazón, excepto yo? Voichita, ¿qué te ha pasado?
Voichita: Las personas cambian, Alina. El que se va, cuando regresa, ya no es la misma persona.
Alina: Voichita, ¿amas a ese sacerdote?
Voichita: ¿Por qué me lo preguntas?
Alina: ¿Te acuestas con él? Dime, ¿es cierto? ¿O te dijo que podrás disfrutar más con él?
Voichita: Te compadezco, Alina, no lo entiendes, y no sé cómo ayudarte.
Alina: Tienes que ayudarte a ti misma Voichita. Tú misma.






Sacerdote: Sabes, tal vez tengas un pecado más grande que no confesaste…
Voichita: Alina, ¿le contaste sobre la masturbación?
Monja: Dios mío…
Alina: Te mataré (Alina enloquece y ataca a la monja)
Sacerdote: Tráeme la cuerda de la campana, ¡rápido!



Sacerdote: Puedes tener a todas las personas del mundo a tu lado, pero si no tienes a Dios en tu alma, no te sirve de nada. (…) Y otra cosa, el que se va, cuando vuelve, ya no es la misma persona ¿Entiendes? 







Voichita: Alina, ¿por qué volviste si piensas así?
Alina: Voichita, ¿cuánto tiempo crees que te quedarás en esta cueva, toda tu vida?
Voichita: Ahora este es mi hogar Alina
Alina: ¿A que le temas? ¿Tienes miedo a vivir?
Voichita: El padre nos contó una parábola acerca de un hombre que viajó por el mundo para encontrarle sentido a su vida y de otro que sólo le abrió la puerta y encontró paz mental y a Dios en un instante.
Alina: ¿Podrías, por favor, ahorrarme historias de ese Dios tuyo? Dios esto, Dios aquello, ¡es el cura hablando con tu boca, no tú!
Voichita: Alina, si quieres quedarte, tendrás que abandonar el odio y cambiar tu comportamiento. Dios no viene a la gente enojada.
Alina: Deja de hablar como una loca, ¿no puedes hablar como una persona normal?
Voichita: ¿Qué quieres decir con “persona normal”, Alina? ¿Maldecir y decir malas palabras? ¿Qué le dijiste a Antonia?
Alina: No le dije nada a ella.
Voichita: Alina… Te haría tanto bien si lograras creer.
Alina: Voichita, pero yo creo. Cuando estuve allí, le rezaba a Dios todos los días para que volvieras, pero por qué él no quiere, no lo entiendo.
Voichita: Dios nos da a cada uno lo que necesitamos, no lo que queremos.
Alina: ¡Pero te necesito a ti! Vamos a dormir
Voichita: Quiero estar sola esta noche, para rezar.
Alina: Entonces, por favor vete y déjame aquí. Le rezaré a ese Dios tuyo para que te dé mejores pensamientos.
Voichita: Yo también.






Policía: Padre, le pregunto: ¿Cree que no es culpa de nadie que la niña esté muerta?
Sacerdote: Sólo Dios lo sabe. Él es el único sin pecado. Todos cometemos errores. Puede que tenga mi parte de culpa, confié demasiado en mi poder y yo no fui lo suficientemente bueno.



Policía 1: (…) El Sr. Fiscal está investigando un delito en otro lado. Un chico mató a su madre y puso su foto en internet.
Policía 2: Dios nos libre. ¡¿Fue hoy?!
Policía 1: Esta mañana. Su primo me llamó, debe haber sido hace una hora.
Policía 2: El mal está en todas partes, lo ve…