Frases y Diálogos de la película "Dolor y Gloria". Director: Pedro Almodóvar, Guion: Pedro Almodóvar, Música: Alberto Iglesias, Fotografía: José Luis Alcaine. Finalmente he visto la más reciente película de Almodóvar, alabada en Cannes y ganadora del premio a Mejor Actor para Antonio Banderas en el festival. “Dolor y Gloria” se sumerge en la vida, en el cuerpo y los recuerdos de Salvador Mallo, un exitoso director de cine, quien evoca su infancia, a su madre, su primer deseo, sus amores, sus películas, su arte, su gloria y su dolor. Almodóvar ya ha dicho en varias entrevistas, que aunque el personaje está inspirado en su propia vida, no todas las acciones y vivencias del personaje de ficción fueron vividas por él. Salvador se encuentra en una crisis creativa y artística, por el desarrollo de dolores físicos que le impiden ejercer su oficio de forma integral. Pero algunos acercamientos con personajes del pasado y sus recuerdos le ayudan a encontrar nuevamente la inspiración. Me ha parecido una muy buena película, muy hermosa, bien escrita, dirigida y fotografiada. También para los seguidores del cine del manchego, encontrarán varias referencias a sus anteriores películas, a sus obsesiones y a su obra en general. Todas las partes donde se evoca la infancia me parecen magistrales, y en las del Salvador adulto también encuentro muchos buenos momentos, pero algunos quizás con menos fuerza que otros. El reparto es excelente, y Banderas sin dudas hace el mejor trabajo de su carrera, con menciones para las dos actrices que dan vida a la madre del director de adulta y anciana: Penélope Cruz y Julieta Serrano. Almodóvar ha entregado mucho de sí mismo en esta película, y eso se siente y se agradece. Y por supuesto, su mejor película desde la estupenda “Volver”, a la que precisamente le hace un guiño, en una de las historias de su anciana madre.
Mercedes: ¿Qué crees que pasó con el dibujo?
Salvador: Eduardo lo envío a Paterna. Lo recibiría mi madre. Y yo estaba en el colegio de los curas. Y no me lo mandó ni me habló de él.
Mercedes: ¿Vas a intentar buscarlo?
Salvador: ¿A Eduardo?
Mercedes: O volviendo a Paterna y preguntar por él.
Salvador: ¿50 años después? Es un buen argumento para una historia, y tal vez la escriba. Pero buscarlo sería una locura.
Jacinta: Ay, qué pena hijo. Aquí tiraos como gitanos.
Pequeño Salvador: A mí me gusta la estación.
Jacinta: Tú eres muy novelero. No sé a quién habrás salido.
Salvador: Con el tiempo me hice director de cine y empecé a aprender geografía española viajando para promocionar las películas que dirigí. Viajaba porque tenía éxito. Mi conocimiento de la geografía coincidía con mi expansión como cineasta.
Salvador: Las noches en que coinciden varios dolores, esas noches creo en Dios, y le rezo. Los días en que padezco sólo un tipo de dolor, soy ateo.
Sacerdote: ¿Cómo te llamas?
Pequeño Salvador: Salvador.
Sacerdote: ¿Te gusta cantar?
Pequeño Salvador: No sé.
Sacerdote: Pero, te gusta la música, ¿verdad?
Pequeño Salvador: Sí. Me gustan los beatles y el cine.
Sacerdote: Aquí ampliaremos y dirigiremos tu gusto hacia temas menos paganos.
Alberto Crespo (Leyendo guión de Salvador): Mi idea del cine siempre estuvo ligada a las brisas de las noches de verano. Sólo veíamos cine en verano. Las películas se proyectaban sobre un muro enorme en calabre blanco. Recuerdo especialmente las películas que tenían agua. Cataratas, playas, el fondo del mar, ríos y manantiales. Con sólo escuchar el rumor del agua a los niños nos entraba unas ganas tremendas de orinar. Y lo hacíamos ahí mismo. A los lados de la pantalla. El cine de mi infancia siempre huele a pis. Y a jazmín. Y a brisa de verano.
Conchita: No sé qué hacer.
Mercedes: Pues ponerle buena cara y cuidarle en todo. Y si tú ves algo raro, me llamas
Conchita: Señora Mercedes, aquí todo es raro.
Jacinta: ¿Qué pasa?
Novia de Eduardo: Queríamos que su hijo nos escribiera una carta. Es que mi novio es analfabeto.
Eduardo: ¿Cuándo voy a aprender si me paso todo el día trabajando?
Novia de Eduardo: Si no perdieras el tiempo dibujando.
Jacinta: ¿Tú eres albañil?
Eduardo: Y pintor.
Pequeño Salvador: ¿Te gusta dibujar?
Eduardo: Mucho.
Pequeño Salvador: Entonces aprenderás muy rápido a escribir, porque escribir es como dibujar pero con letras.
Pequeño Salvador: Mamá, ¿tú crees que habrá algún cine en Paterna?
Jacinta: Con que tengamos una casa me conformo, hijo mío.
Salvador: Últimamente pienso mucho en ella
Mercedes: La primera vez que oigo decir que no has superado la muerte de tu madre.
Salvador: También pienso mucho en mi infancia. Cuando estoy en Paterna, que es la mayor parte del tiempo, acabo siempre pensando en mi madre. Cuando era niño.
Mercedes: Nunca has hablado de ella ni de tu infancia en tus películas.
Salvador: A ella no le habría gustado.
Mercedes: ¿Tú crees?
Salvador: Me lo dijo una de las últimas veces que estuvo en el hospital.
(La madre, Jacinta, ya mayor, contando un sueño a Salvador)
Jacinta (Mayor): He soñado toda la noche con ella. Acababa de llegar al pueblo. Yo oigo que la Lola me toca la puerta como siempre, cuando me veía llegar de Madrid. Aunque era un sueño, yo recordaba que Lola estaba muerta. Luego le abrí la puerta… y la encuentro igualita que siempre. Solo que se transparentaba un poco. Pero yo no me asusté. Y le dije: “Lola, supongo que no estás bien. ¿Quieres que yo haga algo? Pero tienes que decirme qué, y te prometo que lo haré”. “No Jacinta, yo estoy bien”, me respondió ella. Pero cómo vas a estar bien, si estuvieras bien no te aparecerías. (…) Pero como vienes al pueblo con el frío que hace. “Yo ya no tengo ni frío ni calor”, me respondió.
Salvador: ¿Qué más?
Jacinta (Mayor): No pongas esa cara de narrador, ¿eh? No, no quiero que pongas nada de esto en tus películas. No me gusta que salgan mis vecinas. No me gusta la auto ficción.
Salvador: ¿Qué sabes tú de auto ficción?
Jacinta (Mayor): Te oí explicarlo en una entrevista. A mis vecinas no les gusta que las saques. Piensan que las sacas como unas catitas.
Salvador: Pero si no puedo tratarlas con más respeto ni más devoción. Cada vez que tengo ocasión hablo de ti, y digo que me he formado contigo. Todo os lo debo a vosotros.
Jacinta (Mayor): No les gusta.
Salvador: Mamá… siento mucho no haber sido nunca el hijo que tú deseabas. Cuando decías, “¿A quién habrá salido este niño?”, no lo decías precisamente con orgullos. Y yo me daba cuenta. Simplemente por ser como soy. Lo siento mucho.
Si conoces otras frases, diálogos o monólogos que destacar de la película Dolor y Gloria (Pedro Almodóvar) deja tu comentario ;)
LAS NOCHES EN QUE COINCIDEN VARIOS DOLORES, ESAS NOCHES CREO EN DIOS, Y LE REZO. LOS DÍAS EN QUE PADEZCO SÓLO UN TIPO DE DOLOR, SOY ATEO.
ResponderEliminarEl fin de semana lo pasamos entero en la cama ..y cuando quise darme cuenta habia pasado un año y ya no podíamos vivir el uno sin el otro..era 1981 y Madrid era nuestro
ResponderEliminarCreía que la fuerza de mi amor vencería si adicción. pero no fue así. El amor no es suficiente. El amor tal vez mueva montañas, pero no basta para salvar a la persona que quieres
ResponderEliminarQué triste frase!
EliminarSolo pueda salvar propio mosmo. Gracias por tu esfuerzo. De corea del sur
Pero no todo es tan físico e ilustrable, también padezco penalidades abstractas, dolores del alma, como el pánico y la ansiedad, que añaden angustia y terror a mi vida. Y naturalmente, alterno desde hace años con la depresión.
ResponderEliminarLas noches que coinciden varios dolores, esas noches creo en Dios, y le rezo. Los días que parezco sólo un tipo de dolor, soy ateo.
Hola. No he encontrado el nombre del niño que hace de Salvador. ¡puede decírmelo Ud?
ResponderEliminarMuchas gracias.
Lo enconté en Wikipedia. El actor de Salvador de niño es Asier Flores.
Eliminar¡Muchas gracias!
ResponderEliminarEstas frases me ayudan mucho a escuchar bien para mi como extranjera. Estoy viendola varias veces disfrutando.