Hay un
amor que es como un riachuelo que se seca cuando la lluvia ya no lo alimenta.
Pero hay un amor, que es como un manantial proveniente de la tierra. El primero
es amor humano. El segundo es amor divino, y su fuente es de los cielos.
Encuentro
a dos mujeres dentro de mí. Una llena de amor por ti. La otra, me arrastra
hacia la tierra.
Elegir
es comprometerte, y comprometerte es correr el riesgo. Es correr el riesgo de
fracasar, el riesgo del pecado, el riesgo de la traición. Pero Jesús puede
lidiar con todo eso. El perdón él nunca nos lo niega. El hombre que comete un
error puede arrepentirse. Pero el hombre que duda, que no hace nada, que
entierra su talento en la tierra, con él, él no puede hacer nada.
Ustedes
dicen, Cristo dijo esto, Cristo dijo aquello, ¿Ustedes que dicen? Y lo que
dicen, ¿viene desde lo profundo de Dios? Contesten eso. Qué hay de Dios en cada
mujer, cada hombre. Conózcanse los unos a los otros en ese amor que nunca
cambia.
El
amor no es sólo un sentimiento. El amor es un deber. Ustedes deben amar. El amor
es una orden. Y ustedes dicen, “No puedo darle órdenes a mis emociones, ellas
van y vienen como nubes”. Y a eso, Cristo dice, Ustedes deben amar, así les
guste o no. Ustedes temen que su amor haya muerto. Tal vez está esperando ser
transformado en algo trascendental.
Comentario sobre la película (A.S.B Virtual Info)
No hay comentarios:
Publicar un comentario