Frases y Diálogos de la película "A Real Pain" (Un dolor real). Director: Jesse Eisenberg, Guion: Jesse Eisenberg, Fotografía: Michal Dymek.
MiniReseña: Dos cosas pensaba mientras veía “A Real Pain”. La primera, que Jesse Eisenberg (director, guionista y actor en la película) debió haber visto, "Austerlitz", el documental del 2016 del excelente cineasta ucraniano, Sergei Loznitsa. Ese documental precisamente presenta y expone el turismo en los campos de concentración, y la banalidad de la gente que visita estos sitios de terror. Por otro lado, la otra cosa que me era inevitable pensar, es que tanto Eisenberg como Kieran Culkin, estaban interpretando los mismos papeles de siempre. Pero bueno, a pesar de eso, decidí entrar a la propuesta, y me encontré atrapado en la historia, y sobre todo en la compleja relación de los dos personajes protagonistas. Aunque sean personajes repetidos y ya estereotipados de ambos actores, de alguna forma logran construir una química especial y logran que la película funcione. Que la película te saque alguna risa, que te desespere y que te conmueva. El guión está muy bien logrado, y se permite sumergirse en la dinámica de estos dos primos, con personalidades contrastadas, con un pasado lleno de afectos, añoranzas, dolor y envidia. Una relación dibujada con mucha humanidad, que realmente trasciende la pantalla, y permite al espectador verse a sí mismo en alguno de los dos primos (yo me vi reflejado en ambos de alguna forma), y tras lograr esa conexión, te atrapa y sigues mirando de forma atenta, vulnerable y sensible todos los acontecimientos, los escenarios, las miradas, los gestos y las palabras que se dicen. Me pareció una bella experiencia, una bella y cálida película. No se la pierdan en las salas de cine. Kieran Culkin ha arrasado (con méritos) los premios a actor de reparto, y probablemente gané el Oscar.
David Kaplan: ¿Por qué estamos aquí?
Benji Kaplan: Sólo quería agradecerte mucho por venir conmigo. Sé que es duro para ti ausentarte del trabajo y dejar a tu hijo, pero necesitaba mucho esto.
David Kaplan: ¿En serio?
Benji Kaplan: Sí.
David Kaplan: Es fantástico. Estoy feliz de verte feliz. Sé que fueron meses duros para ti.
Benji Kaplan: También quiero decir que sé que no te sientes muy cómodo con grupos, gente y cosas sociales así.
David Kaplan: ¿No?
Benji Kaplan: No. Pero es genial que estés aquí, exponiéndote tan audazmente por mí.
David Kaplan: Gracias.
Benji Kaplan: Fumemos un porro.
Benji Kaplan: También tengo algo bueno para cuando aterricemos. Algo muy bueno.
David Kaplan: Espera. No llevarás hierba a Polonia, ¿no?
Benji Kaplan: Sí.
David Kaplan: ¿Benji?
Benji Kaplan: No les importa.
David Kaplan: Creo que les importa mucho.
Benji Kaplan: Sí. ¿En serio?
David Kaplan: Sí.
Benji Kaplan: ¿Van a arrestar a dos Judíos en Polonia por algo de hierba? Dará una buena imagen de los polacos.
Benji Kaplan: ¿Sigues vendiendo cosas por Internet?
David Kaplan: No vendo camisetas usadas en eBay. Vendo publicidad digital.
Benji Kaplan: Está bien.
David Kaplan: ¿Cuándo ves un banner de publicidad en línea?
Benji Kaplan: Sí. Dios, odio eso.
David Kaplan: Oye, no exageres.
Benji Kaplan: No. Digo que todos odian eso.
David Kaplan: ¿Sí?
Benji Kaplan: Sí.
David Kaplan: Es mi trabajo.
Benji Kaplan: Es genial.
David Kaplan: Vendo eso.
Benji Kaplan: Es genial. Haces girar el mundo. Está bien.
David Kaplan: Sí.
Benji Kaplan: No es tu culpa. Eres parte de un sistema dañado.
David Kaplan: Sin publicidad online, muchos de los sitios web que visitas gratis no existirían.
David Kaplan: A veces te miro...
Benji Kaplan: ¿Sí?
David Kaplan: Y la veo a ella.
Benji Kaplan: ¿Parezco una vieja Judía?
David Kaplan: No, pareces sabio. Y no sé, es hermoso.
Benji Kaplan: ¿En serio?
David Kaplan: Sí.
James: Bienvenidos. Siéntense. Sí. Mucho gusto. No voy a divagar demasiado, pero diré algo sobre mí. Ojalá no se harten de mí al final de la semana. Como saben, me llamo James. Seré su guía turístico británico de Polonia. Fui becario de estudios de Europa Oriental en Oxford. No soy Judío, pero estoy obsesionado con esta parte del mundo y, en particular, con la experiencia Judía, que me parece fascinante, compleja y, a veces, trágica, pero, en última instancia, hermosa. En fin, basta de hablar de mí. Cállate, James.
Benji Kaplan: Mierda. Creo que seguiré yo. David y yo somos primos. Nacimos con tres semanas de diferencia, lo que es una locura. Un zloty para quien adivine cuál de los dos es mayor. ¡Yo! Nuestros padres son hermanos. También somos prácticamente hermanos, ¿no, Dave? Casi siameses. Como Katie y Eilish. ¿Las recuerdan? Pero nuestra abuela Dory era de aquí. Y siempre quisimos ver de dónde venía y la casa en la que se crió.
Benji Kaplan: Cuando murió, nos dejó dinero en su testamento para venir aquí. Sí, y Dave siempre está ocupadísimo. Nunca tiene tiempo. Tiene un trabajo estresante vendiendo banners publicitarios en Internet. Pero él sabía que yo estaba deprimido últimamente, por lo que me ayudó, dejó todo y arregló para que hagamos juntos este tour geriátrico polaco con ustedes, buena gente.
Benji Kaplan: Mierda, mírala.
David Kaplan: ¿A quién?
Benji Kaplan: A esa mujer, Marcia. Camina sola. Deberíamos ir a hablarle.
David Kaplan: Acabamos de conocerla.
Benji Kaplan: Sí, pero tiene una profunda tristeza en los ojos.
David Kaplan: ¿Sí?
Benji Kaplan: Sí. ¿No te diste cuenta?
David Kaplan: ¿Durante las presentaciones? No.
Benji Kaplan: Deberíamos ver cómo está.
David Kaplan: Quizá quiere estar sola, Benji.
Benji Kaplan: Nadie quiere estar sólo. Voy a fijarme.
Benji Kaplan: Yo... ¿Alguien más siente esto ahora?
David Kaplan: ¿Siente qué?
Benji Kaplan: ¿Una sensación espeluznante de que somos de la realeza en este tren? ¿Nadie más nota la ironía?
David Kaplan: Cielos. Por favor.
Benji Kaplan: Comer comida de lujo y sentarnos aquí, cuando hace 80 años nos habrían metido atrás como ganado.
David Kaplan: Dios. Bueno, Benji, no creo que nadie quiera oír eso.
Benji Kaplan: ¿Por qué no quieren oírlo?
David Kaplan: Es deprimente.
Benji Kaplan: ¿Deprimente?
James: Miren. Bueno. Planteas un asunto delicado. Algo que surge en estos tours. Se alojan en Hoteles de lujo, comen comida de categoría y, al mismo tiempo, recuerdan los horrores de su historia familiar. Puede evocar sentimientos confusos de incomodidad y discordia y, me atrevería a decir, incluso algo de culpa.
David Kaplan: ¿Por qué haces esto?
Benji Kaplan: Digo lo que siento.
David Kaplan: ¿Por qué es importante ahora?
Benji Kaplan: Solías sentir todo, hombre. Él era un maldito niño ansioso y adorable. Fuimos al campamento Judío. Lloró toda la primera semana. Lloró porque extrañaba su casa. Lo abrazaba para que durmiera y le hablaba de su dulce mamá para calmarlo.
David Kaplan: ¿Qué mierda dices?
Benji Kaplan: Ahora mírenlo. Es muy ordenadito, está a gusto y todo. Da forma a su alocado cabello rizado Judío hasta someterlo. Es muy impresionante. Todos lo son. Pero ¿saben una cosa? Me iré a la parte de atrás.
Turista: No hallarás mucho sufrimiento ahí atrás.
David Kaplan: Es algo muy estúpido.
Benji Kaplan: Lo estúpido es la corporatización de los viajes. Aseguran que los ricos vayan por el mundo propagando su elitismo, mientras el pobre sigue segregado.
David Kaplan: Genial. Hablaremos de marxismo mientras nos llevan a Siberia.
Benji Kaplan: Siberia queda en Rusia, Dave.
David Kaplan: Es ridículo. Los pasajes deben costar $12.
Benji Kaplan: Es el hecho de pagar. No deberíamos pagar los pasajes aquí. Es nuestro país.
David Kaplan: No. Era nuestro país.
Benji Kaplan: Nos echaron porque nos creyeron tacaños.
Benji Kaplan: Eres un tipo increíble en el cuerpo de alguien que siempre está apurado. Debo hacer que seas ese tipo increíble cada vez que te veo.
David Kaplan: No sé. ¿Qué conseguiríamos si lloráramos por cada cosa triste del mundo?
Benji Kaplan: No lo sé. Quizá no pasarían todo el tiempo cosas tristes. David, nos adormecemos para no pensar en nuestro impacto. Ignoramos el matadero proverbial para gozar del filete, por así decirlo.
Turista: Sí. Es una buena analogía.
David Kaplan: No. Y lo entiendo todo. Sólo parece que hay un tiempo y un lugar para llorar, y quizá...
Benji Kaplan: Dave.
David Kaplan: ¿Qué?
Benji Kaplan: Es un tour del Holocausto. Si este no es el tiempo y el lugar para llorar y abrirse, no sé qué decirte.
Marcia: El año pasado, mi hija se casó con un hombre muy rico. Y ya no es capaz de mantener una conversación profunda.
Benji Kaplan: Sí, claro. El dinero es como la heroína para la gente aburrida.
Benji Kaplan: Ella era dura conmigo. Era la única en toda la familia que me mantenía a raya. Los demás desaparecían cuando más los necesitaba.
David Kaplan: Sí. Pero la abuela nunca se compadeció de sí misma. Siempre me decía que estaba agradecida por su lucha. Solía decirme que los inmigrantes de primera generación hacen trabajos menores. Conducen taxis, reparten comida. La segunda generación va a buenas escuelas y se convierten en médicos o abogados. Y los de la tercera, viven en el sótano de su madre y fuman marihuana todo el día. Quiero decir...
Benji Kaplan: ¿Ella dijo eso?
David Kaplan: Creo que hablaba en general sobre los inmigrantes.
Benji Kaplan: Porque yo viví en el sótano de mi mamá.
David Kaplan: Hablaba de los inmigrantes.
David Kaplan: Es divertido y encantador bajo toda esa locura. Me siento mal por él.
Marcia: ¿Siempre fue así?
David Kaplan: Sí. Siempre tuvo altibajos. Es sensible y comprende a la gente muy claramente. Pero luego dices algo equivocado y cambia algo. Quizá no sea apropiado hablar de él.
Turista: Está claro que está sufriendo.
David Kaplan: Sí, pero ¿no sufren todos de alguna forma? Miren qué le pasó a nuestras familias. Miren de dónde venimos. ¿Quién no está dolido?
Turista: Tú pareces estar bien.
David Kaplan: Pero no lo estoy. Tomo una pastilla para mi maldito TOC, salgo a correr, medito y voy a trabajar por la mañana. Vuelvo a casa al final del día y sigo adelante porque sé que mi dolor no es excepcional, así que no siento la necesidad de que todos carguen con él.
David Kaplan: ¿Ves cómo te quiere la gente? ¿Ves qué pasa cuando entras a una habitación? Daría lo que fuera por saber qué se siente... hombre. Saber qué se siente tener encanto. Iluminar una habitación cuando entro. Pero la iluminas y luego te cagas en todo lo que contiene.
David Kaplan: Perdón. A veces me agota mucho, yo… Lo quiero, lo odio y quiero matarlo. Y quiero ser como él. Y me siento tan estúpido cerca de él porque es genial y nada le importa una mierda. Y luego, estar aquí con él es muy desconcertante para mí. Es desconcertante porque ¿cómo salió este tipo de los sobrevivientes de este lugar? Tu tío tuvo que vender muebles usados a idiotas ricos, el tuyo no pudo estudiar medicina… Y tú sobreviviste a lo peor que pasó en este planeta en los últimos 30 años. Y nuestra abuela sobrevivió debido a mil milagros cuando el mundo entero intentaba matarla. Y yo lo miro y sólo quiero preguntarle… Sólo quiero preguntarle y no puedo. ¿Cómo el producto de mil malditos milagros tuvo una sobredosis de somníferos?
Si conoces otras frases, diálogos o monólogos que destacar de la película "A Real Pain" (Jesse Eisenberg) deja tu comentario ;)
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