Frases y Diálogos de la película "The Childhood of a Leader". Director: Brady Corbet, Guión: Brady Corbet, Música: Scott Walker, Fotografía: Lol Crawley. Ópera prima del joven actor Brady Corbet, y ganadora de los premios a Mejor Director y Ópera Prima en la Sección Horizontes del Festival de Venecia 2015. Corbet es un joven actor que ha tenido la fortuna de trabajar con directores como Haneke o Von Trier, de los que se nota ha bebido bastante en cuanto a sus influencias cinematográficas. En su ópera prima, que él mismo dirige y escribe, ha elegido un drama de una familia, en el período de la Posguerra, tras la I Guerra Mundial. Americanos viviendo en Francia, y que en términos generales retrata o trata de escarbar en los orígenes del fascismo, representados en el pequeño hijo de la familia, que será uno de los líderes fascistas, en las guerras posteriores. Inmediatamente me vino a la cabeza, "La Cinta Blanca" de Michael Haneke, que también trata ese tema. Pero hay una gran diferencia, y es que Haneke, además de un estilo más clásico y limpio, sin dejar de ser perturbador y grotesco, retrata el germen de una pequeña sociedad... en cambio Corbet quiere centrar el origen del mal, y del fascismo en un niño. Si bien es válido, es una de las razones por las que a veces parece muy sesgada la historia, y maniquea. Sin embargo, Corbet tiene un inicio prometedor y potente, la dirección es excelente, y el uso de la música, que es efectivo y refuerza ese concepto de estar presenciando el desarrollo de un ser maligno. Por lo que uno puede pensar que el director lo hace a propósito, y es una de sus pretensiones: la mezcla de un anticristo que permita transitar por el thriller y el género del terror. De igual forma, y a pesar de todo, es una ópera prima prometedora, que deja ver mucho talento tras la cámara, y una prometedora carrera.
Sacerdote: ¿Me entiendes cuando hablo?
Prescott: A veces.
Sacerdote: ¿Estabas enojado con alguien? ¿Uno de los chicos de la obra?
La Madre: ¿Estabas enojado con alguien? ¿Uno de los otros niños de la obra?
Sacerdote: ¿Enojado con tu madre?
La Madre: Él pregunta, ¿si estabas molesto conmigo?
Sacerdote: ¿Me podrías responder? ¿Por favor me responderías, jovencito?
La Madre: Al Padre Laydu gustaría ayudar. Lo único que está pidiéndote es que responda a sus preguntas. ¿Entiendes sus preguntas? Mírame. ¿Entiendes sus preguntas?
Prescott: Sí.
Sacerdote: Bien. ¿Todavía te gustaría participar en la obra de la Navidad?
Prescott: Sí.
Sacerdote: ¿Te gustaría disculparte conmigo?
La Madre: ¿Vas a decir que lo sientes al Padre Laydu?
Prescott: No le he hecho nada a él.
La Madre: Detente. Para.
Sacerdote: ¿Qué dijo él?
La Madre: Dice que no le estaba haciendo nada a usted. No entiende por qué lo traje aquí.
Sacerdote: Bueno, él es un muchacho inteligente... Tal vez sería mejor que trate directamente con nuestros feligreses en la misa el domingo. Le podría dar un poco de tiempo para calmarse. No siempre es fácil para un joven estar en un lugar nuevo.
La Madre: Sí, padre.
Prescott: Déjame en paz.
La Madre: Regresa.
El Padre: Escribiste que la raza humana "no importa".
Charles: De ninguna manera. Todo lo que dije es que ha pasado antes y continuará pasando una y otra vez.
El Padre: Nada como esto ha pasado antes, vamos. Todavía están contando a los muertos.
Charles: Por favor, no me malinterpretes. Esta clase de brutalidad puede ser hallada desde los tiempos bíblicos. Y lo que dije en mi artículo no fue que el resto de la raza humana no importara; lo que dije fue que, sobre todo, uno no debe traicionarse a sí mismo.
El Padre: Bien, veamos la Biblia entonces. Se puede decir que Poncio Pilato no se traicionó a sí mismo.
Charles: Bueno, esa es sin duda una ilustración banal con la que la mayoría de los estudiosos seguramente no estarían de acuerdo.
El Padre: Bien, pero...
Charles: La tragedia no es solo que Poncio Pilato se traicionara a sí mismo, sino que cientos de personas en la multitud que lo apoyaron se traicionaron a sí mismos. Y eso es lo que escribí sobre la tragedia de la guerra. No que un solo hombre tuviera el coraje de ser malvado; sino que hubieran tantos sin el valor de ser buenos.
La Madre: ¿Por qué hiciste eso? ¿Por qué querías herir a alguien? Fue muy vergonzoso lo que hiciste frente al Padre Laydu y todos nuestros nuevos amigos en la iglesia.
Prescott: No son nuestros amigos.
La Madre: Tal vez no, pero lo serán.
Prescott: ¿Los amas más que a mí?
La Madre: ¿A la gente de la ciudad?
Prescott: Sí.
La Madre: ¿Qué quieres decir? Dios me dio a tu padre y ti. Sin él, no existirías ni yo para cuidarte.
Prescott: ¿Entonces los amas más que a mí?
La Madre: No. Di tus plegarias antes de dormir, pon tus manos juntas.
Prescott: "Dios, hazme un instrumento de tu paz..."… ¿Puedo decirla en mi cabeza?
La Madre: Sí. ¿Ya terminaste?
Prescott: Amén.
La Madre: Tenemos a un amigo abajo. Debes dormir. Y mañana te disculparás con el Padre Laydu.
El Padre: ¿Dónde está nuestro hijo?
La Madre: En su habitación.
El Padre: ¿En su habitación? ¿Dónde está Mona?
La Madre: La deje ir. Tenías razón. Estaba empeorando la situación.
El Padre: Es solo un niño pequeño. No puedes permitir que un niño mandé este hogar. Abre esta puerta. Abre esta puerta, he dicho. Respóndeme cuando te hablo. Estoy enfermo y estoy exhausto de tus juegos. Soy tu padre y me vas a mostrar algo de respeto. Si no respondes... Si no abres esta puerta... Te daré... una lección como nunca la has recibido. Contaré hasta tres.
Adelaide: Disculpe, ¿tiene un momento? Fui arriba a su habitación y se rehusó a verme. Me dijo que volviera en tres días.
La Madre: No me sorprende. Entonces regresa en tres días. No hay motivo para negociar.
Adelaide: Sí, señora.
La Madre: Estará aburrido para entonces. Si no es así, el hambre hará que salga. ¿Adelaide?
Adelaide: ¿Sí?
La Madre: ¿Sabes si hay alguna razón por la que esté actuando así?
Adelaide: No que yo sepa, no.
La Madre: Solo pregunto por algo que él dijo hace varias semanas.
Adelaide: No.
La Madre: En fin.
El Padre: Muchas gracias por acompañarnos en la celebración de esta noche. Y gracias, querida por preparar tan encantadora fiesta. Esta noche, celebramos el fin de la Gran Guerra. No soy mucho... de discursos así que les ahorraré eso. En su lugar, me gustaría pedirle a mi mujer que nos guíe a todos en una breve oración. Querida. ¿Por qué no nos guías en una oración, mi amor?
La Madre: A él le atemoriza menos que a mí hablar en público. Estuvo maravilloso en su actuación para nuestra iglesia.
Prescott: No.
La Madre: Solo una oración corta.
Prescott: Ya no creo en la oración.
La Madre: ¿Por qué dices eso?
Prescott: Ya no creo en la oración.
El Padre: Llévalo arriba.
Prescott: ¡Ya no creo en la oración!
La Madre: ¡Deténte!
Prescott: ¡Ya no creo en la oración! ¡Ya no creo en la oración! ¡Ya no creo en la oración! ¡Ya no creo en la oración! ¡Ya no creo en la oración. Ya no creo...
La Madre: Bájate y ven conmigo.
Prescott: ¡Ya no creo en la oración!
La Madre: ¡Prescott, bájate!
Prescott: ¡No!
Si conoces otras frases, diálogos o monólogos que destacar de la película The Childhood of a Leader (Brady Corbet) deja tu comentario ;)
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