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20 enero 2014
Saving Mr. Banks (John Lee Hancock)
Frases y Diálogos de la película "Saving Mr. Banks". Director: John Lee Hancock. Guión: Sue Smith, Kelly Marcel. Música: Thomas Newman. Fotografía: John Schwartzman. Bella y muy buena recreación del largo proceso de producción de Mary Poppins. Me ha gustado mucho, pensé que de pronto suavizaban un poco más la historia real, pero es casi fiel a lo que ocurrió entre Walt Disney y P.L. Travers. Por cierto, ambos magistralmente interpretados por Tom Hanks, que se anota otro excelente papel en el año luego de Capitán Phillips, y la excelente Emma Thompson. Me rindo ante la nostalgia de este clásico que me encanta y el buen hacer de este filme.
P.L. Travers: Soy la señora Travers, si…
Walt Disney: Pam, es Walt.
P.L. Travers: Señor Disney.
Walt Disney: Te llamo para saber cómo estás. Me dijeron que las cosas no salieron muy bien hoy. Algo sobre el Señor Banks.
P.L. Travers: Fueron tan mal, como todos los días que he estado aquí. No recuerdo que me llamara en otras ocasiones.
Walt Disney: Pam, ¿De qué se trata todo esto, en realidad? Me pregunto qué tengo que hacer, para hacerla feliz. Y usted también se lo pregunta, ¿no? Sabe… Nunca ha estado en Disneylandia. Y ese es el lugar más feliz de la tierra. Tamy, cancela mi mañana, saldré con mi autora favorita.
P.L. Travers: No, no por favor Sr. Disney, no puedo decir lo poco interesada, y más bien asqueada con sólo pensar en visitar, su máquina de impresión de billetes.
Walt Disney: Por Dios, ¿cunado alguien va a Disneylandia, con el mismo Walt Disney?
P.L. Travers: Las decepciones son al alma, lo que la tormenta eléctrica al aire.
Asistente: Señora Travers, simplemente no hay dinero. No hay ventas, ya no más pagos, y se niega escribir otros libros. ¿Entiende? Me da miedo que no entienda lo que quiere decir eso.
P.L. Travers: Sé lo que hará con ella. Estará brincando, brillando y sonriendo, hasta el final feliz, como un kamikaze.
Travers Goff: Compartimos un alma celta, ¿sabes? Este mundo, es sólo una ilusión Ginty. Mientras tengamos eso presente, no podrán rompernos. No pueden obligarnos a aguantar su realidad, por muy cruda que sea. El dinero, dinero, dinero… No te dejes tentar con eso Ginty, o te morderá en el trasero.
(Después de escuchar una canción para Mary Poppins)
Richard Sherman: ¿Viste como suble en la palabra “abajo”?
Robert Sherman: Es irónico.
Walt Disney: Olvídalo, es icónico, no podré olvidarlo por semanas.
P.L. Travers: Bueno… a mí me parece un poco tonto. El tipo de canción que pone en su parque, todo feliz, alentando a los niños a enfrentarse al mundo sin armas, sólo necesitan una cucharada de azúcar, y uh, el cerebro lleno de aire y tienen la herramienta de la vida. Maravilloso.
Walt Disney: ¿Qué quiere decir, Pam?
P.L. Travers: Que a diferencia suya, Mary Poppins es la enemiga de esos sentimientos. Ella es verdadera, no esconde la oscuridad del mundo, que estos niños, inevitablemente llegarán a conocer. Ella los prepara para eso, lo hace honestamente. Uno debe limpiar su propia habitación, no se hará solo, todo el guión es muy plano.
Walt Disney: ¿Dónde está su corazón, su realidad… dónde está su “gravitas”?
P.L. Travers: No pesa, Señor Disney. ¿Lo ve?
Walt Disney: Nada de felicidad o sentimientos, eso dice la mujer que mandó a una niñera voladora, con una sombrilla parlanchina, a salvar a los niños.
P.L. Travers: ¿Cree que Mary Poppins fue a salvar a los niños, Señor Disney? Dios… (Sale y se va)
P.L. Travers: (Leyendo) “Bert, un hombre…” ¿Se dice que será el Señor Van Dyke, no?
Richard Sherman: Eso esperamos…
P.L. Travers: Ya veremos, es una horrorosa idea.
Robert Sherman: ¡Dick es uno de los mejores!
P.L. Travers: ¿Dick Van Dyke?
Robert Sherman: ¡Sí!
P.L. Travers: Por Dios, querido. Olivier, es uno de los grandes, Burton, Guinness, grandes sin cuestionar. Puedo asegurarle que Dick Van Dyke, NO lo es.
Walt Disney: Señora Travers, me honraría si diera una vuelta, en Jingles, este es el caballo favorito de Disney.
P.L. Travers: No gracias, estoy bien con sólo mirar.
Walt Disney: No hay más felicidad, que los ojos de un niño. Hay un niño en todos.
P.L. Travers: Quizás en usted Sr. Disney, pero ciertamente no en mí.
Walt Disney: Móntate en el caballo, Pamela. Cuando nos conocimos, me dijiste que eran familia.
P.L. Travers: ¿Qué dije?
Walt Disney: Mary Poppins y los Banks, son familia. Los chicos tienen una idea sobre el Señor Banks, creo que te hará feliz.
P.L. Travers: ¿Me trajo hasta aquí para decirme eso?
Walt Disney: No, lo hice por una ganancia monetaria. Aposté con los chicos, de que no la podría subir aquí a algo. Me gané 20 dólares.
P.L. Travers: ¿Siempre te sales con la tuya, Walter?
Walt Disney: Más o menos.
P.L. Travers: Con la exepción de los derechos de mis libros.
Walt Disney: No hemos terminado todavía, Pam, todavía no.
Richard Sherman: Puede que nos sorprenda a todos.
Walt Disney: No, no, no lo hará.
Richard Sherman: No lo sabes.
Walt Disney: Si, si lo sé, lo sé demasiado bien. Luché esa batalla a su lado, Pat Powers, él quería al ratón. Y no tenía nada en el bolsillo en ese entonces. Él era un productor de Nueva York, y yo era un chico de Missouri con un boceto de Mickey. Me hubiera matado, de haberlo dado. Por Dios, me hubiera matado. Ese ratón, es mi familia.
P.L. Travers: Eres el único americano, que me ha caído bien, Ralph.
Ralph: ¿Puedo preguntarle por qué?
P.L. Travers: No, toma esto.
Ralph: Albert Einstein, Van Gogh, Rooselvet, Frida Kella…
P.L. Travers: Kahlo.
Ralph: ¿Qué es esto?
P.L. Travers: Todos tenían dificultades, Jane puede… hacer cualquier cosa igual a los demás. ¿Lo entiendes? Mira al respaldo.
Ralph: “Walt Disney”
P.L. Travers: Comportamiento hipéractivo y dificultad de concentración, lo explica todo.
P.L. Travers: Vino a hacerme cambiar de opinión. ¿Golpearme hasta la sumisión?
Walt Disney: No, vine porque me juzgó mal.
P.L. Travers: ¿Cómo fue eso?
Walt Disney: Me ve y ve como un tipo de Rey Midas de Hollywood. Cree que construí un imperio y que su... Mary Poppins es otro ladrillo en mi reino.
P.L. Travers: ¿No es así?
Walt Disney: Si así fuera... Cuando le ruego a una enojada y testaruda dama como usted por 20 años, me hubiera evitado una ulcera. No, usted esperaba que la decepcionara, así que se hizo su idea. Yo creo que la vida la decepcionó Señora Travers. Creo que lo ha hecho mucho y que Mary Poppins es, la única persona en su vida, que no lo ha hecho.
P.L. Travers: Mary Poppins, no es real.
Walt Disney: No, no, es tan real como puede ser. Para mis hijas, para miles de niños y adultos. Ha estado ahí, como ayuda por las noches, para muchas personas.
P.L. Travers: ¿Y dónde estaba cuando yo la necesité? Le abrí la puerta a Mary Poppins, ¿y quién estaba parado ahí? Nadie más que Walt Disney.
Walt Disney: Señora Travers, lo siento. Esperaba, que esto hubiera sido una experiencia mágica para usted y todos. Al mismo tiempo rompí una promesa de 20 años, que le hice a mis hijas. Me he roto la cabeza, tratando de entender, por qué ha sido tan difícil para nosotros. Bueno... ve, tengo mi propio Señor Banks. El mío tenía un bigote.
P.L. Travers: Entonces ¿no es verdad que Disney creó al hombre a su imagen? Es verdad que usted se creo en otra persona.
Walt Disney: ¿Alguna vez ha ido a Kansas o a Missouri?
P.L. Travers: No puedo decir que sí.
Walt Disney: Es muy frio en los inviernos allí, mucho. Mi papá, Elías Disney, era dueño de una línea de repartición, de periódicos allá, miles de periódicos. Dos veces al día, una edición de mañana y una de noche. Y mi papá, era un duro hombre de negocios, había que ahorrar un centavo, en cualquier lugar. Así que no empleaba chicos para repartir. No, no, no, me uso a mí y a mi hermano mayor Roy. Tenía 8 entonces, como le dije, los inviernos son duros. Y el viejo Elías, no creía en zapatos nuevos, hasta que los viejos estuvieran rotos. Y honestamente Señora Travers, a veces la nieve me cubría la cabeza. Y la atravesábamos como si fuera melaza. Frio y humedad en nuestras ropas y zapatos. Con la piel rota en la cara, a veces me encontré enterrado en la nieve. Solo, al despertar, porque debí desmayarme o algo, no lo sé. Entonces, era momento de ir a la escuela. Y tenía mucho frio, para resolver ecuaciones y eso. Y de nuevo a salir y llegar a casa, antes del anochecer. Mamá nos daría la cena y entonces era hora de volver a salir de nuevo, para la edición de la noche. “Mejor te apuras, Walt, hay que llevarlos a la puerta y donde sea, o papá perderá el sentido de nuevo y te dará con su cinturón”.
P.L. Travers: Lo siento.
Walt Disney: No, no, no le cuento esto para entristecerla. No, amo mi vida, creo que es un milagro. Amo a mi padre, era un hombre maravilloso. Pero no pasa un día en que no piense, en ese chico de 8 años, entregando periódicos en la nieve. Y el viejo Elías Disney, con su cinturón en la mano. Y me canso tanto, Señora Travers. Me canso de recordarlo así, todos tenemos nuestras tristes historias. Pero, ¿no quiere terminar su historia?, dejarlo ir todo, y llevar una vida que no esté dictada por su pasado. No viene a salvar a los niños, es al padre. Es su padre. Travers Goff.
P.L. Travers: No sé qué cree saber de mí, Walter.
Walt Disney: Debiste amarlo y admirarlo mucho, para tomar su nombre. Se trata todo sobre él ¿no? El perdón, Señora Travers, fue lo que aprendí de sus libros.
P.L. Travers: No tengo que perdonar a mí padre, era un hombre maravilloso.
Walt Disney: No, no... tiene que perdonar a Helen Goff (Nombre verdadero de P.L. Travers). La vida es una cosa difícil de llevar. Démela Sra. Travers, confíeme, a su preciada Mary Poppins. No la decepcionare. Le juro que cada vez que una persona entre en un cine. Hasta en Kansas, verán a George Banks siendo salvado. Lo amarán a él y a sus hijos, llorarán por sus acciones. Le tomarán la mano, cuando pierda su trabajo, y cuando vuele esa cometa. Vamos... Se regocijarán, dirán, de todos los cines... en los ojos y corazones de mis hijos y de otros niños... y madres y padres de generaciones por venir, que George Banks será honrado, George Banks será redimido, él y todo lo que representa. Quizás no en vida, pero en la imaginación. Porque eso es lo que hacemos nosotros, los contadores de cuentos, restauramos el orden con la imaginación. Incitamos la esperanza una y otra vez. Confíe en mí Señora Travers, déjeme probárselo. Le doy mi palabra.
El viento del Este, la niebla se acerca, como si algo se estuviera gestando, a punto de comenzar. No puedo comprender lo que me depara, pero siente que lo que está por suceder, ya sucedió antes.
Si conoces otras frases, diálogos o monólogos que destacar de la película Saving Mr. Banks (John Lee Hancock) deja tu comentario ;)
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Defivimante me encanto.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado. A mi también! Saludos! .A.S.B
EliminarHwrmosa pelicula
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