08 abril 2014

La Venus de las pieles (Roman Polanski)

Emmanuelle Seigner


Frases y Diálogos de la película "La Venus de las pieles". Director: Roman Polanski, Guión: Roman Polanski, David Ives (Teatro: David Ives), Música: Alexandre Desplat, Fotografía: Pawel Edelman. Adaptación de la obra de teatro de David Ives. Estupenda película, Polanski sigue demostrando su talento en los espacios cerrados con esta excelente película. Excelente guión y un dúo de actores extraordinarios: Emmanuelle Seigner y Mathieu Almaric, quienes intercalan la realidad y el presente con el libreto de la obra de teatro, no se necesita nada más que ellos dos en escena. Ambos junto a la magia del teatro, la inexorable presencia de la realidad y la mano maestra de Polanksi, hacen una combinación completamente ganadora.


Vanda: ¿Qué desea usted, en el fondo de su corazón?
Thomas: Ser algo suyo, desaparecer dentro de su esencia sublime, vestirla y desnudarla, ponerle las medias y los zapatos. No volver a tener una voluntad propia.
Vanda: ¿Llama usted amor a eso?
Thomas: Es el único amor que debe haber. En el amor, como en la política, sólo uno debe tener el poder. Uno debe ser el martillo; el otro, el yunque. Yo acepto encantado ser el yunque.





Mathieu Almaric


Thomas: Se trata de una novela austríaca titulada “La Venus de las pieles”, cuyo autor es Leopold Von Sacher-Masoch.
Vanda: Me parece que usted sabe leer en autríaco y lo ha leído en versión original.
Thomas: Si, efectivamente. De hecho, el libro causó escándalo, cuando fue publicado en 1870.
Vanda: No me extraña. En el fondo sólo es un porno sadomasoquista.
Thomas: No es ningún porno sadomasoquista.
Vanda: ¿No le parece porno? ¿Ni siquiera un poco cochino? Quiero decir que, como está escrito en la Edad Media en el 1800…
Thomas: No. “La Venus de las  pieles” es una bellísima historia de amor. Una verdadera novela y uno de los grandes textos de la literatura universal.
Vanda: ¿Ah, sí? Pero, para mí es un porno.




Mathieu Almaric


Thomas: Todos somos fácilmente explicables, pero permanecemos inextricables.
Vanda: ¿Inextricables? ¿Qué quiere decir con eso?
Thomas: La vida hace de nosotros lo que somos, en un instante imprevisible.




Emmanuelle Seigner


Vanda: ¡Ah, me olvidaba! La frase de la portada, la… la cita.
Thomas: ¿El epígrafe?
Vanda: Sí, eso. “El Todopoderoso le hirió, poniéndole en manos de una mujer”.
Thomas: Es una cita que aparece en la novela, sacada del Libro de Judith.
Vanda: ¿En la Biblia?
Thomas:
De los Libros Apócrifos de la Biblia, sí.
Vanda: Bueno, al parecer no sé nada.
Thomas: ¡Ah, sí!
Vanda: ¿No lo encuentra sexista? Que el Todopoderoso le hiera, poniéndole en manos de una mujer…
Thomas: Yo me limito a citar la novela de Sacher-Masoch.
Vanda: Sí, pero ya que usted lo ha puesto en la portada… Pero no pasa nada; no es asunto mío. Yo soy sólo una actriz, pero, bueno…



Mathieu Almaric


Vanda: ¡Qué intensidad! El apretón de manos ha sido eléctrico.
Thomas: La felicidad de una época en que la gente era más introvertida. La sola conversación era ya algo erótico.
Vanda: Es que la conversación era lo único que podía ponerse entre los dientes. 



Emmanuelle Seigner


Vanda: En nuestra sociedad, la mujer sólo puede tener poder por intercesión de un hombre. ¿Me gustaría saber qué pasará cuándo la mujer llegue a ser igual al hombre? ¿Cuándo llegará a ser ella misma? (Saliéndose del personaje y hablando como ella misma): Digamos que la pequeña Vanda está muy avanzada para su época.



Emmanuelle Seigner


Vanda (Leyendo poema de Thomas):  “Amar y ser amado, ¡oh, qué delirio! Sin embargo, es aún más poderoso y bello este tormento que me consume: el beso de esa mujer, de quien soy juguete; el esclavo miserable y servil, el escabel. ¡Mi diosa, mi dictadura, mi Venus de las pieles!”



Mathieu Almaric


Vanda: Muy bien debe ser usted algo único, Herr Kushemski. En su lugar, yo iría con más cuidado. Su mujer ideal podría resultar aún más cruel de lo que usted deseara.
Thomas: Estoy dispuesto a correr el riesgo.
Vanda: Yo sé lo que es usted: un hi-per-sen-sual. Un asceta de la voluptuosidad.
Thomas: Y usted Frau Vanda von Dunayev, ¿quién o qué es?
Vanda: Una pagana. Lo que quiere decir que soy joven, bella, rica y que cuento con sacar el máximo provecho posible. No me opondré a nada.
Thomas: Tengo el máximo respeto por sus principios.
Vanda: Le ruego que me perdone, pero me río de su respeto. Amaré al hombre que me complazca y complaceré al hombre que me haga feliz. Pero sólo mientras me haga feliz, porque, después, me buscaré a otro.
Thomas: No hay nada más cruel para un hombre que la infidelidad de una mujer.
Vanda: Para una mujer hay algo peor: la fidelidad forzosa. 



Si conoces otras frases, diálogos o monólogos que destacar de la película La Venus de las pieles (Roman Polanski) deja tu comentario ;)



Frases de la película La Venus de las pieles

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