Frases y Diálogos de la película "Summer of 85" (Eté 85). Director: François Ozon, Guion: François Ozon. Novela: Aidan Chambers, Música: Jean-Benoît Dunckel, Fotografía: Hichame Alaouié.
MiniReseña: Cuando vi el trailer de esta película por primera vez me dio un aire a alguna versión francesa de Call me by your name. Y aunque tiene algo de ese espíritu de amor de verano, no tienen nada más en común. O quizás sí. Ozon es un muy buen director, y creo que logra algo muy interesante con esta película: Mostrar una forma extrema del desencanto y el sufrimiento del amor juvenil, la idealización del otro, del objeto amado y objeto del deseo. Mezcla la ensoñación del sueño de verano de un joven que está descubriendo su identidad y sexualidad, mientras otra realidad que desconoce y quizás decide ignorar se nos sugiere. Aún así, creo que la forma en que se desarrolla toda la historia y sus personajes no es completamente pulcra, pero logra que dentro del drama anhelemos el cliché o el espejismo.
David: Mi madre se ocupaba de la contabilidad y mi padre sabía algo de navegación. Fue marinero en su juventud. Y conquistaba a los clientes. Lo adoraban, les podía vender cualquier cosa. Y cuando murió, no tuve otra opción. Dejé los estudios y me dediqué a la tienda a tiempo completo.
Alexis: Qué aburrido dejar la escuela para ser vendedor.
David: No soy vendedor. Dirijo la tienda. Es lo que nos da de comer, no tenemos otra opción. Lo era todo en la vida de mi padre.
Alexis: Sí, pero no forzosamente la tuya.
David: ¿Y nunca has querido seguir los pasos de tu padre?
Alexis: Mi padre es estibador en el puerto.
David: Asi que no quieres ser estibador en el puerto. ¿Y qué quieres hacer?
Alexis: No lo sé. Esa es la gran pregunta en este momento.
Alexis: Debo estar pirado. Y debería haberlo sabido desde el principio. Si la muerte es tu pasatiempo, estás pirado. Un momento, he dicho pirado, no loco. No me tomes por un psicópata. Los cadáveres no son lo mío. Lo que me interesa es la muerte. Con "M" mayúscula. Los cadáveres me asustan. Me afectan mucho. De hecho, un cadáver me afectó muchísimo. De eso es de lo que estoy hablando. Si las cosas de la muerte no te interesan, si no tienes ganas de conocer la historia de un cadáver que conocí cuando estaba vivo, si no quieres saber qué nos pasó a él y a mí, y como se convirtió en un cadáver, será mejor que lo dejemos aquí. Directamente. Esta no es una historia para ti.
Profesor Lefèvre: Seré franco contigo.Tu trabajo es prometedor.
Alexis: Muchas gracias, señor.
Profesor Lefèvre: No estoy diciendo que seas un genio literario. Algunos de tus compañeros te superan. Pero, desde tu llegada, has progresado mucho.
Alexis: Gracias.
Profesor Lefèvre: ¿Has decidido qué hacer el próximo año?
Alexis: Mi padre quiere que busque un trabajo...
Profesor Lefèvre: ¿Y tu madre piensa diferente?
Alexis: Exáctamente.
Profesor Lefèvre: Fui yo quien insistió en que cursaras literatura. Estás dotado para ello y te considero un buen estudiante de secundaria. Te apoyaré si decides quedarte.
Alexis: Muchas gracias, profesor.
Profesor Lefèvre: Tienes tiempo para pensarlo. Y no dudes en volver a hablar conmigo si lo necesitas.
Madame Gorman: Alex, confío en ti.
Alexis: Si.
Madame Gorman: Porque mi David necesita un amigo de verdad. Me gusta veros juntos.
David: Martes, miércoles por la tarde, jueves y sábado todo el día. Mi mamá es genial como contable pero tratar con los clientes no es lo suyo. Y es demasiado para mí solo.
Alexis: ¿Y tu madre qué dice?
David: Ella cuenta contigo. Ya lo has visto. Estará encantada.
Alexis: Me lo pensaré.
David: ¿Desconfías de mí?
Alexis: No, necesito pensarlo. Sólo eso.
Alexis: Es más que un oferta de trabajo, ¿no?
David: Claro que no.Solo se trata de ser amable, tranquilo, sonriente... No tiene secreto, ya sabes. Y a los clientes les va a encantar tu cara de ángel.
Alexis: No estoy pensando en los clientes.
David: ¿En quién entonces?
Alexis: ¿Quieres saber la verdad?
David: Venga.
Alexis: Pienso en ti.
David: ¿En mi?
Alexis: Si.
David: ¿Que he hecho?
Alexis: Lo sabes, acabamos de conocernos esta mañana y...
David: ¿Para qué perder el tiempo? Todos somos mortales.
Alexis: Ya... Necesito tiempo para hacerme a la idea...
David: Está bien, me callaré.
Madre: Tienes que dejar de levantarte tarde. Tu padre se preocupa.
Alexis: Estoy de vacaciones, él trabaja. Eso es todo
Madre: Cuando vuelve me pregunta qué has estado haciendo.
Alexis: No se lo cuentes.
Madre: No voy mentirle a tu padre, cielo. Volviste después de la una de la madrugada. Dice que deberías encontrar un trabajo para estar ocupado y aprender a ganarte las habichuelas.
Alexis: Pero tú quieres que siga en el instituto.
Madre: Tendrías que buscar un empleo mientras tanto.
Alexis: Pero, ¿tú qué piensas?
Madre: Haz lo que te haga feliz, eso es lo que cuenta.
Alexis: Pero no sé qué me hará feliz.
Madre: Mucha gente no lo sabe y no lo descubre nunca.
Profesor Lefèvre: Sé que lo que está atravesando es difícil. Su relación con David Gorman es incomprensible para muchos. No es el único que ha pasado por esto. Lo que quiero decir es que necesitas salvar el pellejo. La educadora y el juez no están en tu contra, y creo que pueden comprenderte. Pero tienes que contar lo que ocurrió. Vuestra historia de am... istad, las circunstancias de tu actuación.
Alexis: Yo no consigo.
Profesor Lefèvre: A veces lo que es difícil de decir es más fácil de escribir. Sabes que estimo las cualidades de tu forma de escribir. Asi que escribe tu historia. Cuéntala con tus palabras, tus emociones, tu dolor.
David: Hablas de la muerte todo el tiempo. ¿Tanto te preocupa?
Alexis: No.
David: ¿Y por qué hablas tanto de ella?
Alexis: Porque me interesa. ¿A ti no?
David: No mucho, no.
Alexis: ¿Y tu padre?
David: Eso es otra cosa. Estoy vivo y ya no tengo a mi padre. Y lo echo de menos. Eso es lo duro de la muerte. La ausencia de los que amamos. En tu caso parece que es la idea de la muerte lo que te fascina.
Alexis: Sí, puede ser.
David: ¿Sabes lo que deberías hacer?
Alexis: No.
David: Necesitas reirte en sus narices.
Alexis: Es fácil de decir cuando somos jóvenes.
David: Hagamos un pacto, tú y yo.
Alexis: ¿Un pacto?
David: Sí. Cuando muera uno de los dos, el otro se compromete a bailar sobre su tumba.
Alexis: Estás pirado.
David: ¿Crees que estoy bromeando?
(Recitando un poema)
Alexis: "Es necesario, como veis, perdonarnos.
De ese modo seremos felices.
Si nuestra vida tiene momentos sombríos,
al menos estaremos unidos en el dolor".
David: "Seamos niños, seamos dos jovenes,
sorprendidos por nada, asombrados por todo
que palidecen bajo los castos álamos
sin saber siquiera que han sido perdonados".
Verlaine.
Alexis: Sí.
David: Dicen que lo escribió para Rimbaud.
Alexis: ¿Cómo conoces este poema?
David: ¿Crees que eres el único alumno al que inició Lefèvre?
David: Me la suda tu condescendencia. No te pertenezco, colega.
Alexis: ¿He dicho yo eso? No me llames más "colega".
David: Perdona, conejito.
Alexis: Creía que eramos amigos.
David: Un poco más que amigos, ¿no?
Alexis: Fuiste tú quien me tiró los tejos. No te olvides.
David: ¿Te tiré los tejos?
Alexis: Si.
David: No, no lo creo.
Alexis: ¿Qué?
David: Ya te hubiera gustado.
Alexis: ¿Que no me ligaste tú? Tú viniste a salvarme agitando mis pantalones en el aire, hiciste que me diera un baño caliente, me prestaste ropa, ¡me mirabas con ojos de besugo frito! ¡Me estuviste sobando en el cine! ¿Eso no fué ligarme?
David: Cálmate, joder. No te resististe mucho.
Alexis: Espera, Kate. No te vayas. Necesito hablar, me hace bien. Por favor.Ya sabes, cuando se le dice la verdad a un amigo eso se queda ahí para siempre.
Kate: Vale. ¿De verdad quieres saber lo que pienso?
Alexis: Sí.
Kate: Desde el principio, pienso que no era a David a quien querías, sino a la idea que te habías hecho de él. La verdad, Alex, es que amabas un rostro y un cuerpo, y pusiste en ellos a la persona que deseabas. El amigo de tus sueños.
Alexis: ¿No existió realmente?
Kate: Es posible.
Alexis: Eso es una tontería, David existía. Estaba con él, me acostaba con él. Tú también.
Kate: Sí, existió alguien. Pero no el que creíamos.
Alexis: ¿Crees que inventamos a quien amamos? Eso es absurdo.
Kate: Tengo que irme. Sabes que... me has pedido que te dijera lo que pensaba.
Alexis: Ya, no hay problema.
Alexis: No piensen que este es el final de mi historia. Ni siquiera yo lo conozco. Puede ser solo el principio. Les he contado mi verano del 85 con David, el amigo de mis sueños, para que entiendan cómo me convertí en lo que soy. Es posible que ya no sea el que fuí. Porque lo único que importa es conseguir, de algún modo, escapar de su historia.
Si conoces otras frases, diálogos o monólogos que destacar de la película Summer of 85 (Eté 85) de François Ozon, deja tu comentario ;)
está genial <3
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