Frases y Diálogos de la película "A vida invisível de Eurídice Gusmão" (La Vida Invisible de Eurídice Gusmão). Director: Karim Aïnouz, Guión: Murilo Hauser, Inés Bortagaray, Karim Aïnouz (Novela: Martha Batalha), Música: Guilherme Garbato, Gustavo Garbato, Fotografía: Hélène Louvart.
Una de las películas que más esperaba del 2019 y que afortunadamente pude ver en la corta edición del FICCI60, y una película de las que no se pueden perder. Ambientada en el Río de Janeiro de 1950, nos muestra el interior de una conservadora familia portuguesa, centrada en la relación de dos hermanas: Eurídice y Guida, quienes se ven obligada a luchar juntas e individualmente en un entorno opresivo y machista, que las aleja de sus propios deseos y aspiraciones. La relación de ambas es un refugio contra ese ambiente, hasta que la vida de ambas toma rutas aparentemente distintas y alejadas, lo que las lleva a seguir sus vidas de formas independientes pero unidas por el recuerdo y el amor: una vida invisible. Bello título que recoge mucho de la esencia del filme, que es muy original y huye constantemente de los tópicos en los que uno creería que pudo haber caído. Es una película bella, dura, dolorosa y luminosa al tiempo. Una joya. Ganó el premio a Mejor película en la sección Una cierta mirada de Cannes 2019.
Guida: "Querido padre: te escribo desde a bordo del Liberty, rumbo a Grecia. Te alegrará saber que la primera parada será tu patria. Muy contenta con Iorgos. Estoy segura de que te agradará, cuando lo conozcas. Él es un buen hombre. Nos casaremos en Atenas y luego volveremos a Brasil. No te enojes conmigo. Los llevo a los tres en mi corazón. Un abrazo de la hija y hermana que los ama infinitamente a todos, tan infinito como el océano que me rodea,
Guida".
Zélia: ¿Alguna vez viste a un hombre desnudo?
Eurídice: No.
Zélia: ¿Nunca? ¿Ni siquiera a tu padre?
Eurídice: No, Zélia.
Zélia: Sentiste alguna vez... ¿el miembro duro de Antenor?
Eurídice: No.
Zélia: Relájate. Al principio pica un poco... pero solo cierra los ojos, piensa en otra cosa, y pasa rápido. Si tienes suerte, quedarás embarazada. Dale al Sr. Feliciano un nieto. Él quiere uno tanto.
Eurídice: No. No quiero quedar embarazada ahora. Estoy aplicando para la escuela de Viena.
Zélia: ¿Qué? ¿Escuela de Viena?
Eurídice: El conservatorio de música de Viena, en Austria.
Zélia: Bueno, en ese caso... cuando sea el momento, debes pedirle a Antenor que la saque. O hacerlo por detrás.
Eurídice: Tienes mucha experiencia, ¿verdad, Zélia?
Zélia: Experiencia en tratar de quedar embarazada y fallar. Yo tengo... el útero roto.
14 de octubre de 1951
Querida Eurídice: yo estoy feliz. En paz. Pero las cosas no fueron como había soñado. Iorgos es un cabrón. ¡Cuántas mujeres lo estaban esperando! Deseándolo a él como una vez yo lo hice. ¿Y cuántos hijos concibieron? Hermanos y hermanas del que estoy esperando. No quiero eso. No importa. No quiero desperdiciar un segundo más hablando de él. Estoy volviendo a casa. No puedo esperar para envolverte en mis brazos.
Guida
Guida: Cometí un error. Pero cuando me di cuenta, era demasiado tarde. No habría funcionado con Iorgos. Así que decidí volver.
Padre: ¡Un bastardo! ¡Un nieto bastardo! Y una hija ingrata.
Madre: ¡Se dejó llevar por un impulso... un impulso!
Padre: ¡Como un marinero! Huele a marinero, ¿no es así? ¡Huele como a un sinvergüenza! ¡Puta!
Madre: ¡Suficiente!
Padre: ¡Cállate! ¡Cállate! ¡No te metas en esto! ¡Ponte los zapatos! ¡Sal de aquí!
Madre: ¡No le hables así a nuestra Guida!
Guida: ¿Dónde está Eurídice?
Padre: Tu hermana murió. De vergüenza.
Guida: ¿Dónde está mi hermana?
Padre: Ya no vive aquí.
Guida: ¡Quiero hablar con mi hermana!
Padre: ¡Ella se fue! Ella está en Europa.
Guida: ¿En Europa?
Padre: En Austria.
Guida: ¿En...? ¿En Austria?
Padre: Ella entró a la escuela con que siempre había soñado. Para aprender piano.
Guida: Dame... Dame su dirección.
Padre: Olvídalo. Olvídate de Eurídice... como ella te olvidó a ti. Ya no tienes una hermana... ni madre... ni padre.
21 de diciembre de 1951.
Guida:
Querida hermana: Ayer nació mi primer hijo. Un bebé fuerte con las mejillas rojas. Lloró, desesperado. Yo también. Nos miramos a los ojos, hasta que no pude soportarlo. No podía quedarme allí mirándolo. Yo no quería. Me fui.
Guida: He estado pensando mucho en ti. Me imagino tu vida en Viena, las clases en el conservatorio, tu nuevo hogar. Desde la ventana junto al piano veo la nieve que cae mientras tocas. He aprendido muchas cosas desde que me fui. Descubrí lo que significa ser una mujer sola en este mundo. Ayer fue un día difícil. Pero no quiero hablar de eso ahora. Lo que importa es que los errores del pasado quedaron atrás. Empecé a trazar un nuevo camino que me traerá de vuelta a ti. Somos muy jóvenes, Eurídice. Tenemos toda una vida, juntas, por delante.
Posdata: Madre, si estás leyendo esta carta, por favor envíala a Viena. Papá no me puede perdonar. Entiendo eso, pero, por favor, no mantengas a Eurídice lejos de mí.
Guida.
Filomena: ¿De vuelta ya, Guida? ¿Por qué no pasaste la noche en maternidad? Deberías haber aprovechado la comida gratis. Guida... ¿Qué fue?
Guida: Un niño.
Filomena: Suertuda.
Amiga: ¿Dónde dejarás a la niña, Leila?
Guida/Gisele: En casa de Filomena. Es la única persona con la que puedo contar.
Amiga: ¿No te sientes agotada? Apenas has dormido, mujer.
Guida/Gisele: Me siento aliviada de haberme quitado esa carga.
Amiga: No entiendo cómo puedes criar un hijo en esta pobreza.
Guida/Gisele: ¿Honestamente? Yo tampoco.
Eurídice: Estoy embarazada.
Zélia: ¡Eso es maravilloso! ¿Puedo darte un abrazo? ¡Qué gran noticia! El señor Feliciano estará muy feliz. La señora Ana también. Esta noticia llegó en un buen momento.
Eurídice: No se supone que debería estar embarazada.
Zélia: ¿Qué vas a hacer? ¿Tomar té de quinina? Es un pecado. Dios te castigará. Es un crimen.
Eurídice: Nadie debe saberlo.
Zélia: Conozco a alguien.
Si conoces otras frases, diálogos o monólogos que destacar de la película A vida invisível de Eurídice Gusmão (Karim Aïnouz) deja tu comentario ;)
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