Reseña Completa y Análisis de la película "Pinocchio" (Link 1) - A.S.B. Virtual Info
Pinocho: Deseabas que viviera. Suplicaste que viviera.
Geppetto: ¿Quién eres?
Pinocho: ¡Me llamo Pinocho! ¡Soy tu hijo!
Geppetto: Tú no eres mi hijo. ¡No te me acerques!
Sebastián Grillo: El muchacho dice la verdad, maestro Geppetto.
Geppetto: ¡Y además tienes cucarachas!
Carlo: ¿La nariz le iba a crecer?
Geppetto: Hijo, todas las mentiras salen a la luz de inmediato porque son como narices largas. Visibles para todos menos para quien dice las mentiras. Y entre más las dices, ¡crecen mucho más!
Carlo: Quisiera plantarla yo mismo y ver crecer el árbol. Y tallar juguetes para mí. Como haces tú.
Geppetto: Creo que ningún niño ha tenido una idea tan buena como esa, Carlo.
Carlo: ¿Verdad que sí?
Pinocho: Papá, todavía no entiendo una cosa.
Geppetto: ¿Qué cosa, Pinocho?
Pinocho: (Señalando al cristo de madera en la iglesia) Todo el mundo lo quiere.
Geppetto: ¿A quién?
Pinocho: A él. Todos le estaban cantando, y es de madera como yo. ¿Por qué a él lo quieren y a mí no?
Geppetto: Siéntate, Pinocho. A veces, a las personas les dan miedo las cosas que no conocen, pero un día te conocerán y van a quererte, y para eso… ¿Listo para la escuela?
Sebastián Grillo: Disculpe, ¿puedo ayudarle? Está hablando de mi hogar. Digame, ¿quién en esta Tierra es usted?
Espíritu del Bosque: ¿En la Tierra? Una guardiana. Yo cuido de las cosas pequeñas. Las cosas olvidadas. Las cosas perdidas.
Espíritu del Bosque: Bueno, como ya estás viviendo en el corazón del niño de madera, tal vez puedas ayudarme.
Sebastián Grillo: ¿Ayudarle con qué?
Espíritu del Bosque: Sé su guardián. Guíalo para que sea bueno.
Sebastián Grillo: No soy una institutriz, Madame. Soy un novelista, un cuentacuentos. Ahora me concentro en escribir mis memorias.
Espíritu del Bosque: Bueno, en este mundo, recibes lo que das. Si aceptas esta responsabilidad, yo te concederé un deseo.
Sebastián Grillo: ¿Y puedo pedir lo que sea? ¿Lo que yo quiera? ¿La publicación de mi libro? ¿Fama? ¿Fortuna?
Espíritu del Bosque: Lo que sea.
Sebastián Grillo: Tal vez pueda ayudar. Daré lo mejor, y es lo mejor que uno puede hacer. Muy ingenioso, ¿verdad?
Podesta: ¿Qué harás con el niño de madera? ¿Vas a dejarlo suelto por el pueblo?
Geppetto: No. ¡Voy a mantenerlo encerrado! Aquí dentro de la casa.
Pinocho: A mí nadie va a encerrarme. Romperé las ventanas, lo juro.
Podesta: Este joven anormal no tiene disciplina. Pero se ve fuerte, recio, hecho de pino italiano muy fino.
Geppetto: Es un pino muy fino, sí. No es perfecto, claro, pero su intención es buena.
Pinocho: ¿Sebastián?
Sebastián Grillo: ¿Sí, Pinocho?
Pinocho: ¿Quién es Carlo?
Sebastián Grillo: Carlo era un niño. Geppetto lo perdió hace muchos años.
Pinocho: ¿Dónde lo puso? ¿Cómo pierdes a una persona?
Sebastián Grillo: Quise decir que murió, Pinocho. Ya no está vivo.
Pinocho: ¿Y eso es malo?
Sebastián Grillo: Sí. Es una gran carga para un padre perder a un niño tan pequeño.
Pinocho: ¿Qué es una carga?
Sebastián Grillo: Es algo doloroso que debes soportar. Aunque te cause gran aflicción.
Sebastián Grillo: Escribí mucho esa noche. Tenía mucho que decir. No sobre mi propia vida, para variar, sino sobre padres imperfectos e hijos imperfectos. Y sobre las pérdidas y el amor. Y al menos esa noche todos dormimos en paz sin saber lo que nos esperaba.
Podesta: Tu muchacho no se presentó hoy en la escuela.
Geppetto: Pero se fue en la mañana. Yo le indiqué que fuera.
Podesta: La marioneta, obviamente, es un tanto rebelde. Un pensador independiente, quizá. Deberías ir por él. Confío en que veamos al niño de madera mañana en la escuela.
Podesta: Lo primero es la nación. El muchacho no puede morir. Es el soldado ideal. Hay que enviarlo al campamento juvenil. Es la ley. Tú aprenderás a pelear, a disparar un arma, y serás un buen niño italiano.
Conde Volpe: Me disculpo por hacerte esperar, mi pequeña marioneta.
Pinocho: No me gusta que me llamen "marioneta".
Conde Volpe: Pero, muchacho, ¡las marionetas son “le meilleur qui soit!” ¡Increíbles! Levanta el brazo. Son bien respetadas en todo estrato social.
Pinocho: Creí que lo mejor era ser un niño de verdad.
Conde Volpe: Ay, no. A todos les gustan las marionetas. Como Il Diavolo, Columbina, Punchinello. Pero, claro, hay una marioneta que es el rey de todos ellos.
Pinocho: Qué bien, me encantaría conocerlo.
Conde Volpe: ¡Pinocho!
Pinocho: Espera. ¡Soy yo!
Conde Volpe: Exacto. ¡Eres una maravilla! Un milagro. ¡Todos te amarán!
Pinocho: ¿Quiénes?
Conde Volpe: “¡Les idiots!” ¡Los maravillosos niños del mundo!
Pinocho: Me llamo Pinocho. Soy un niño. Y creo que estoy muerto.
Muerte: Ah, sí. Entiendo. El niño de madera con el alma prestada. El caprichito de mi hermana. Qué tonta tan sentimental. Ella te dio vida, Pinocho, y no te correspondía. No más que a una silla o a una simple mesa. Como resultado, no puedes morir de verdad.
Pinocho: ¡Qué bien! Y eso es bueno, ¿verdad?
Muerte: Significa que no eres y que nunca vas a ser un niño de verdad, como Carlo. Lo único que hace que una vida humana tenga valor y significado es que es breve y finita. No me malinterpretes, sí vas a morir muchas, muchas veces, y esta es una de ellas. Pero no son muertes de verdad, sino momentos de espera.
Muerte: Pero, Pinocho, ¿qué pasa si no vuelves a ver a tu padre?
Pinocho: Claro que lo veré. ¿Por qué no iba a verlo?
Muerte: Aunque tú tengas vida eterna, tus amigos, tus seres queridos, no la tienen. Cada momento que pases con ellos podría ser el último. Nunca sabes cuánto tiempo tendrás con alguien hasta que se va.
Pinocho: ¡Me pueden matar mil veces! ¡Soy el niño más afortunado!
Muerte: Me parece a mí que tienes una carga terrible.
Pinocho: ¿Una carga? Yo no soy eso. ¿Quién le dice a un niño algo tan horrible?
Muerte: La vida puede traer mucho sufrimiento. Y la vida eterna puede traer un sufrimiento eterno.
Pinocho: No es tan malo como parece. Sí, acabo un poco golpeado cada vez, pero en cuanto regrese, voy a ir a casa con mi papá.
Candlewick: Le demostraré que no soy cobarde. Haré que me quiera.
Pinocho: ¿Te digo algo? Todos los padres quieren a sus hijos, pero… A veces, los papás se sienten abatidos, como cualquier otra persona, y dicen cosas que solo creen que sienten en ese momento. Pero con el tiempo, se dan cuenta de que eso no era lo que sentían. Tal vez te llamen cosas crueles, como "una carga", "cobarde", pero, en el fondo, te quieren mucho.
Pinocho: La nariz no le creció.
Sebastián Grillo: ¿Qué dices?
Pinocho: Cuando me llamó una carga, la nariz no le creció. Es lo que siente de verdad. No quiero ser una carga para él. No quiero lastimar a papá y hacer que quiera gritarme otra vez.
Sebastián Grillo: Ay, Pinocho. A veces los padres se sienten abatidos como cualquier persona. Y dicen cosas… Creen que en ese momento sienten esas cosas, pero con el tiempo, comprenden que eso no era lo que sentían. ¿Lo entiendes?
Conde Volpe: Obviamente, no entiendes cuál es nuestra relación, pequeño niño inflamable. Yo soy el titiritero. Y tú, la marioneta. Yo soy el amo. ¡Y tú eres el esclavo! ¡Y vas a hacer lo que te ordene hasta que tu cuerpo de madera se pudra y te use para alimentar mi estufa! Tal vez no necesites hilos, pero yo te controlo. ¡Tú me obedeces a mí!
Candlewick: ¡No! No te lo voy a permitir. Toda mi vida, padre, traté de complacerte. Pero nunca lo lograré. Tenías razón. Soy delgado, débil y frágil, como el pabilo de una vela. Siempre con miedo. Pero con todo el miedo que tengo, ahora voy a decirte que no. Es lo que haré. No me da miedo decir que no. ¿Y a ti?
Geppetto: Pinocho. Mi niño. Trataba de convertirte en alguien que no eres. Pero tú… no seas Carlo ni nadie más, sé exactamente quien tú eres. Te… Te quiero. Exactamente como eres.
Pinocho: Entonces, seré Pinocho. Y tú serás mi papá. ¿Está bien?
Geppetto: Más que bien.
Si conoces otras frases, diálogos o monólogos que destacar de la película Pinocchio (Guillermo del Toro) deja tu comentario ;)
Quiero la frase que le dice Sebastián a Gepetto. Es más o menos así: “El que ama por lo que eres, Pinocho tiene que aprender muchas cosas aún, tenle paciencia”
ResponderEliminarLa frase que dice a la hada cuando quiere que revivan a Pinocho, y que el dice qué tal vez no hizo al pie de la letra todo pero que hizo lo que pudo hacer, algo así, esa frase me llegó.
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