Frases y Diálogos de la película "The Hunger Games: The Ballad of Songbirds and Snakes". Director: Francis Lawrence, Guion: Michael Arndt, Michael Lesslie. Libro: Suzanne Collins, Música: James Newton Howard, Fotografía: Jo Willems.
MiniReseña: Leí la trilogía de libros de “Los Juegos del Hambre” de Suzanne Collins hace ya muchos años y recuerdo que me parecieron muy interesantes, además de que hicieron resurgir de forma renovada ese género literario de historias postapocalípticas o distopías juveniles, que luego duraron muchos años en las listas de los más vendidos. Francis Lawrence, quien fuese un reconocido director de video clips de cantantes famosos, adaptó con decencia los primeros tres libros de Collins, y años después el mismo director ha vuelto a dirigir esta precuela de la que hablaré hoy y se acaba de estrenar en salas de cine.
No he leído el libro que adapta la precuela, pero básicamente se centra en la juventud de Coriolanus Snow, quien en el futuro será el presidente del Panem y villano de la historia de Katniss Everdeen. Así que a la vez asistimos a otra moda que revivió Disney, de explorar la vida de los villanos. Al igual que me ocurrió con la premisa de la historia original, me vuelve a parecer muy interesante el planteamiento y con un enorme potencial para explorar e indagar, pero tuve un problema con la parte inicial:
Ver reseña completa en el siguiente link:
Coriolanus Snow: Son las cosas que más amamos las que nos destruyen.
Lucy Gray Baird: ¿Y qué va a hacer mi mentor, aparte de regalarme rosas?
Coriolanus Snow: Haré todo lo posible por cuidar de ti.
Lucy Gray Baird: Si de verdad quieres cuidar de mí en la arena, empieza a pensar que puedo ganar.
Lucy Gray Baird: Nunca valió la pena conservar nada que puedas quitarme.
Lucy Gray Baird: ¿Sabes lo que no voy a echar yo de menos?
Coriolanus Snow: A la gente. Salvo por unas cuantas personas. Si lo piensas bien, casi todo el mundo es horrible.
Lucy Gray Baird: En realidad, la gente no es tan mala. El problema es lo que el mundo hace con ella. Como a nosotros, en la arena. Allí hicimos cosas que jamás se nos habrían ocurrido si nos hubieran dejado tranquilos.
Coriolanus Snow: No sé qué decirte. Maté a Mayfair, y ahí no había ninguna arena a la vista.
Lucy Gray Baird: Pero solo para salvarme. Creo que los seres humanos poseemos una bondad natural. Lo comprendes cuando cruzas la línea que te separa del mal, porque, a partir de ahí, el mayor reto de tu vida es intentar quedarte en el lado correcto y no volver a cruzarla.
Lucy Gray Baird: (Cantando)
Nacemos relucientes como diamantes,
suaves como flores
y sin feos temores.
Seguir así es tarea de gigantes...
Dura como el hielo,
como caminar por el fuego.
Este mundo es oscuro
y este mundo da miedo.
He sufrido bastante,
por eso voy con recelo.
Por eso
te necesito...
Porque eres puro como la nieve.
Dean Casca Highbottom: ¿Oyes eso, Snow? Es el sonido de la nieve al caer.
Coriolanus Snow: La nieve siempre cae por encima.
Dean Casca Highbottom: ¿Has descubierto lo que es la compasión en los distritos?
Coriolanus Snow: En los distritos, no. En los Juegos del Hambre. Debo darle las gracias por eso. Al fin y al cabo, usted es el responsable de su creación.
Dean Casca Highbottom: Oh, creo que la mitad del mérito es de tu padre.
Coriolanus Snow: ¿A qué se refiere? Pensaba que los Juegos del Hambre habían sido idea suya. Algo que se le ocurrió en la universidad.
Dean Casca Highbottom: Para la clase de la doctora Gaul. En la cual no me iba demasiado bien, puesto que la aversión que me provocaba me impedía participar. Nos distribuimos por parejas para el proyecto final, de modo que estaba con mi mejor amigo. Crassus, por supuesto. El encargo consistía en idear un castigo para nuestros enemigos, tan radical que jamás consiguieran olvidar su agravio. Era como un rompecabezas, mi especialidad; y, como todas las creaciones que valen la pena, muy sencillo en el fondo. Los Juegos del Hambre. El más perverso de los impulsos, astutamente camuflado de acontecimiento deportivo. Un entretenimiento. Yo estaba borracho, y tu padre me emborrachó más todavía apelando a mi vanidad mientras yo daba cuerpo a la idea, aunque me aseguraba que solo era una broma privada. A la mañana siguiente me desperté aterrado por lo que había hecho, dispuesto a romperlo en pedazos, pero ya era demasiado tarde. Sin mi permiso, tu padre se lo había dado a la doctora Gaul. Quería aprobar con la mejor nota, ya sabes. No se lo perdoné nunca.
Dean Casca Highbottom: Como mentor, Sr. Snow, su función es convertir a cada uno de estos chicos en espectáculo, no en supervivientes.
Lucy Gray Baird: (Inspeccionando una planta) Algunas personas las llaman patatas del pantano, pero yo prefiero Katniss, suena mejor.
Dra. Volumnia Gaul: Es un honor para mí presentarles al creador de los Juegos del Hambre, el decano Casca Highbottom.
Dra. Volumnia Gaul: ¿Qué pasó allí? Esa es la humanidad desnuda. Lleno del terror de convertirse en presa. ¿Ves lo rápido que nos convertimos en depredadores? ¿Ves lo rápido que desaparece la civilización?
Coriolanus Snow: Esos tributos no tienen otra opción.
Dra. Volumnia Gaul: Estaba hablando de usted. Oh, tus buenos modales, educación, antecedentes, despojados en un abrir y cerrar de ojos. Dejando a un niño con un garrote que mata a golpes a otro niño para seguir con vida.
Dra. Volumnia Gaul: Sr. Snow volveré a preguntarle, ¿qué son Los Juegos del Hambre?
Coriolanus Snow: Castigar a los distritos no es su único objetivo, sino que forman parte de una guerra eterna. Cada edición de los Juegos constituye su propia batalla. Una batalla que nos cabe en la palma de la mano, en vez de luchar en una guerra real que escape a nuestro control. Y nos recuerdan lo que nos hicimos los unos a los otros y que somos capaces de repetirlo porque somos lo que somos.
Dra. Volumnia Gaul: Y, según tus conclusiones, ¿qué somos?
Coriolanus Snow: Somos criaturas que necesitan al Capitolio para sobrevivir. Aunque debería saber que no sirven de nada. Los Juegos del Hambre, me refiero. En los distritos no los ve nadie. Excepto la cosecha. En la base ni siquiera teníamos un televisor en condiciones.
Si conoces otras frases, diálogos o monólogos que destacar de la película The Hunger Games: The Ballad of Songbirds and Snakes (Francis Lawrence) deja tu comentario ;)
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