Penelope: Virutas de pan de jengibre
Nancy: Oh mi dios!!
Penelope: Es una receta modificada, su madre me dio la idea
Alan: Con jengibre, fantástico. Al menos hemos sacado una recete de esto, no?
Penelope: Hubiese deseado que mi hijo no hubiese perdido dos dientes en el proceso.
Alan: Si, a eso me refería.
Nancy: Una manera original de expresarlo
Alan: No, yo… disculpen (le suena el celular)
Nancy: ¿A Zachary le interesa el arte?
Penelope: No tanto como debería
Nancy: ¿A sus hijos si?
Penelope: Bueno, intentamos suplir las carencias del sistema educativo. Intentamos que lean, que vayan a conciertos y exposiciones. En verdad creo que la cultura puede ser una fuerza poderosa para la paz.
Nancy: Si, tiene tanta razón.
Nancy: Insultar es una forma de abuso
Michael: Si
Penelope: Depente
Michael:… Si, depende
Nancy: Zachary nunca ha sido un niño violento. Debía tener sus motivos
Alan: Como ser llamado “soplón”. Disculpen (celular)
Penelope: Ethan no tenía apegos a Nibbles
Michael: Nibbles!! ¿Qué clase de nombre maricón es ese?
Nancy: Si no tienen remordimiento, ¿por qué si nuestro hijo?
Michael: ¿Sabes qué? Toda esta mierda de hablar y ser considerado, me pone enfermo. Fuimos amables, hemos traído tulipanes. Mi mujer me ha vestido como un liberal. Pero no tengo paciencia para esta mierda sensiblera. Soy un hijo de puta muy malo!
Alan: Todos lo somos.
Penelope: No perdón. No todos somos hijos de puta malintencionados.
Alan: Tú no, por supuesto.
Penelope: No, yo no. Gracias a Dios.
Alan: Si, hace falta un poco de educación para substituir la ley basada en la violencia. El origen de la ley, como sabes, es la fuerza bruta.
Penelope: Tal vez para los cavernícolas, no en este mundo.
Alan: Háblame de este mundo
Penelope: Me aburre esta conversación, me aburre
Alan: Penélope, yo creo en el Dios Salvaje. Un Dios cuyas reglas no han sido cuestionadas desde tiempos inmemoriales. A ti te interesa África, no?
(Nancy vomitando)
Alan: ¿Qué te pasa?
Nancy: No te preocupes por mí.
Alan: ¿Nancy?
Nancy: Estoy bien!
(Siguen hablando)
Alan: Mira, yo acabo de volver del Congo. Entrenan niños para matar a los 8 años. En el transcurso de su niñez pueden matar a miles de personas. Matarán con un machete, con escopeta, con Kalash, con un bazooka.. Así que evidentemente, si mi hijo le rompe un diente , o dos con una rama de bamboo en el arenero. No me siento tan escandalizado e indignado como ustedes…
Penelope: Pues deberías!
(…)
Penelope: No me hables de África. Lo sé todo sobre el sufrimiento en África!
Alan: No lo dudo.
Penelope: Es todo lo que he pensado durante meses.
John: No dejes que empiece con esto, por favor.
(Penelope se lanza a golpes contra su esposo a golpes)
Alan: Moralmente se supone que dominemos nuestros impulsos, pero a veces uno no quieres dominarlos. Quiero decir, ¿Quién quiere rezar un “ave maría” mientras coge?