23 enero 2013

Django Unchained (Quentin Tarantino)



Dr: Shultz: Y eso me lleva a ti. Debo admitir que me encuentro en un dilema. Aunque es cierto que desprecio la esclavitud, necesito tu ayuda, y si no estás en posición de negarte, mejor. Así que por el momento, usaré tu condición de esclavo en beneficio propio. No obstante, al decir esto, siento remordimientos. En fin, quisiera que ambos llegáramos a un acuerdo.  






Dr. Shultz: En cuanto a ustedes, pobres diablos, según lo veo, en esta situación ustedes tienes dos opciones. Una: Pueden cargar al último Speck hasta el pueblo más cercano. Que queda como a 68 kilómetros. Dos: Pueden quitarse los grilletes (les lanza las llaves), tomar ese rifle, meterle una bala en la cabeza, enterrarlos a los dos bien profundo y mudarse a un área más “iluminada” de este país. La decisión es de ustedes… Ah, y si hay algún aficionado a la Astronomía entre ustedes, la Estrella Polar es esa de ahí.



Dr. Shultz: Buen hombre, ¿ese ademán es simple furor del momento o de veras intenta asesinarme? 






¿Cómo te llamas?
Django
¿Cómo se deletrea?
D-J-A-N-G-0. La D no suena.
Lo sé.








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