Frases y Diálogos de la película "Trois souvenirs de ma jeunesse" (Tres recuerdos de mi juventud). Director: Arnaud Desplechin, Guión: Arnaud Desplechin, Julie Peyr, Fotografía: Irina Lubtchansky. La más reciente película del director francés Arnaud Desplechin (Un conte de Noël), quien en esta ocasión dirige y co-escribe esta historia, donde rescata uno de sus personajes, Paul Dedalus, interpretado en su edad adulta por Mathieu Amalric, el actor predilecto del director. La historia que inicia con el Paul Dedalus adulto, se desenvuelve en su mayor parte en los recuerdos del personaje, que empieza a recordar momentos claves de su vida, en su infancia, su adolescencia y su juventud, con un capítulo especial (y el más largo) para "Esther", terminado con un epílogo. Personalmente, la película me gustó, pero no es perfecta, aunque pudo serlo. Hay escenas que creo que son prescindibles, o no están muy bien tratadas, por lo que quitan ritmo a la trama, como algunos momentos en el presente (Paul mayor), y cierta trama que deja intuir un drama policíaco y de intrigas... Aparte de esas escenas desafortunadas, es de agradecer que la gran mayoría de la trama, se centre en la infancia y la juventud, y especialmente en "Esther"... Esa relación entre los jóvenes Paul y Esther, está llena de amor, nostalgia, pasión, dudas, liberación y contradicciones, además de estar bellamente filmada e interpretada por sus dos jóvenes actores. Así que, aunque no es totalmente redonda, y pudo serlo... es una película muy recomendada, porque sólo la relación entre Paul y Esther, que abarca casi toda la película, vale la pena.
Paul: ¿Te llamas Esther y estás en la clase de mi hermana? Soy Paul.
Esther: Yo sé. ¿Crees que no vi que me estabas mirando?
Paul: Sí, creo que me viste. ¿Yo te estaba comiendo? Con los ojos.
Esther: ¿Siempre haces eso?
Paul: ¿En serio?
Esther: Provoco eso en los chicos. Me descubriste hace dos años. Creo que eso fue todo.
Paul: Sí.
Esther: No te olvides de mí. Nunca me olvidaré.
Paul: ¿En serio?
Esther: Si. Vas a estar atado.
Paul: ¿Por qué?
Esther: Porque soy una persona excepcional. No soy como tus amigos, tontos.
Paul: Mi padre me decía que yo no sentía nada. No tengo dolor, No siento nada.
Paul: Yo soy pésimo hablando.
Esther: ¿Oh ...?
Paul: Siempre pregunto lo que los chicos dicen. Cuando hablan de ti. Te miran, dicen cosas, ellos se ríen. No consigo adivinar lo que dicen... que es tan gracioso.
Esther: Dicen cualquier tontería, y eso hace reír.
Paul: Es muy difícil hablar cualquier burrada. Tengo mucha admiración por esos chicos, Ellos deben ser alimentados.
Esther: ¿Sientes miedo de mí?
Paul: Sí… No.
Esther: ¿Crees que soy hermosa?
Paul: Sí. Por supuesto. Me siento un tonto cada vez que te veo.
Esther: No pienso que soy hermosa, pero tengo un buen culo.
Paul: Creo que tienes todo para perder a toda la escuela.
Esther: Cuando vas a la salida del colegio, primero miras el culo de las chicas, y a continuación, la cara.
Paul: No, puedo mirar su culo y sus ojos al mismo tiempo. ¿Y sus pechos también?
Paul: ¿Alguien ya te amó más que a la propia vida?
Esther: No.
Paul: Me gustaría amarte así… Adiós.
(Paul besó a Esther en la entrada de la casa de sus padres. Y luego volvió a su casa a pie).
Paul: Vine transferido de otra universidad. Estos son los papeles. Elegí París para tomar el curso con usted.
Dra. Béhanzin: ¿Por qué?
Paul: Por lo que leí que sucede... con niñas de Benin.
Dra. Béhanzin: Ah, ese libro… ¿Ya leyó "Los Bares"?
Paul: Un poco.
Dra. Béhanzin: ¿"Bases Elementales de parentesco"?
Paul: Sí, ese lo he leído.
Dra. Béhanzin: Muy bien. Siéntese ahí y dibuje un grupo de clanes… ¿Entiende griego?
Paul: No.
Dra. Béhanzin: ¿Por qué?
Paul: Porque no estudié griego.
Dra. Béhanzin: Sí, ¿pero por qué?
Paul: Quiero ir a Benin, un día. Y ya tengo muchas dificultades en la Facultad.
Dra. Béhanzin: No puedo aceptarlo en un curso que no va a continuar.
Paul: Necesita de nuevos elementos.
Dra. Béhanzin: ¿Qué significa eso?
Paul: ¿Sus estudiantes son brillantes?
Dra. Béhanzin: Si, lo son.
Paul: Yo sería un alumno menos brillante. Haría que ellos se sientan mejor.
Dra. Béhanzin: De aquí a tres semanas quiero una traducción de la primera página. Vamos a ver cómo trabaja. Pero no puedo aceptarlo entre mis alumnos.
Paul: ¿Vuelvo aquí...?
Dra. Béhanzin: El lunes, aquí a la misma hora.
Paul: Me encanta este cuadro.
Esther: ¿Crees que se parece a mí? ¿No piensas que se parece a mí?... Ya que te gusta tanto.
Paul: Sí.
Esther: ¿Por qué? ¿Hablé sin sentido?
Paul: No, no. Te diré por qué se parecen ustedes, es porque eres una mujer maravillosa. Es un cuadro de Hubert Robert, pintado en el siglo XVIII. Es un paisaje en Italia donde todo parece abandonado. La parte baja del cuadro está en ruinas, como si un tornado hubiese pasado. Creo que tú has derribado esas columnas. Salvaje, violenta... Soy como el hombre con la capa roja. Una mancha roja como tu boca. Pero tú te diviertes como esas dos mujeres allí. A lo lejos, el agua de esa fuente. Eres tú fluyendo entre mis dedos. Estás arriba todo mi tiempo... y parece simple y directo como un texto en latín. Pero, es violento también como Acteón. Soy como Acteón, desgarrado por los perros. Y tú eres como Diana. Pero también dulce como Venus. O como Nosika que dio la bienvenida a Ulises. Completamente desnudos y heridos, mientras que las otras mujeres huyeron. Y este es tu marco. Aquí está tu frente, tus cejas... y tus ojos azules como el cielo. Porque tu rostro contiene... todo el sentido del mundo en sus trazos.
Esther: Hablas muy bien.
Paul: Gracias.
Esther: ¿Pero tú piensas?
Paul: ¿En qué?
Esther: ¿En mi sexo excepcional?
Paul: Si, fue excepcional.
Esther: Entonces, yo te amo.
Paul (Carta a Esther):
Esther, existes y eres tan fuerte como una montaña.
Para mí, es como si no existiesen... como esas ranas que hacen ruido en el verano.
Eso me hace sentir seguro.
Si me necesitas, por ti iré al infierno.
Si tú existes, significa que no estoy preso dentro de un sueño.
En frente tuyo, a tus pies... deposito mis creencias.
Paul (Carta):
Esther: Acabo de hablar y ya te estoy escribiendo. ¿Cuándo vamos a vernos? No puedo aceptar la idea de que mis incertidumbres te envenenan. Quería que tú cedieses antes que yo. Me gustaría... No sé, eso me da miedo. Creo que a ti te gustaría unirte a mí, pero me culpo por no ser lo suficientemente seguro. Cuando escribo pienso, ¡Qué gran estúpido soy! Tenía tanto miedo de ser un imbécil, que no me preocupé de ser seguro. Voy a odiarme siempre por ser débil. No estoy listo. No te puedo ofrecer seguridad, porque me la debo a mi mismo. Sólo te puedo ofrecer superficialidad. ¡Cómo admiro tu sonrisa cuando juegas! Entonces veo cuan poco te ofrezco. Tú me haces reír. Seas desagradable o encantadora, siempre me haces reír. Eran sólo superficialidades contigo. Y soy tan disfrazado... y siniestro. No lo percibiste aquella noche. Tenías razón, no quiero que esperes nada de mí. No debes contar conmigo. Mi vida es demasiado austera para eso.
Paul.
Esther: Paul. No tengas miedo. No te arrepientas. Te preocupas demasiado. Soy más simple que eso. Y bien simple, estoy feliz cuando te veo.
Esther: Yo soy una puta, ¿y qué?
Paul: Eres una puta por culpa del cretino de Kovalki. ¿Volverías a hablar conmigo?
Esther: Terminé peleando con él.
Paul: Eres pendenciera, ¿verdad?
Esther: Si, lo soy… No te soporto.
Paul: Tú eres insoportable.
Esther: Lo soy. Y se va a dañar.
Paul: Se va a dañar también.
Esther: No me hagas daño.
Paul: Creo que sin mí, estarías peor. Menos hermosa, menos insolente, menos tú misma. Y él me cree. Es algo de que me arrepiento siempre.
Esther: Sin ti estoy peor.
Paul: Claro que no. No.
Paul: Sabes, no soy del tipo que...
Esther: Se casan y tienen hijos.
Paul: ¿Cómo lo sabes?
Esther: Te conozco bien, señor Dédalus.
Paul: ¿Qué vas a hacer después del colegio?
Esther: Te voy a defraudar.
Si conoces otras frases, diálogos o monólogos que destacar de la película Trois souvenirs de ma jeunesse (Tres recuerdos de mi juventud) de Arnaud Desplechin, deja tu comentario ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario