19 marzo 2018

Frases de la película: A Quiet Passion (Terence Davies)

Cynthia Nixon


Frases y Diálogos de la película "A Quiet Passion" (Historia de una pasión). Director: Terence Davies, Guion: Terence Davies, Fotografía: Florian Hoffmeister. “Historia de una pasión”, es la película más reciente y otro impecable trabajo del maestro Terence Davies. Uno de mis directores favoritos, que en esta oportunidad da una nueva lección de cine sobre cómo hacer un excelente biopic. Y como personaje central, la estupenda poeta Emily Dickinson, a quien Davies realiza un bello, duro y poético homenaje. Nos cuenta detalles de su historia, desde joven rebelde, a la adulta brillante y atormentada, que nunca salió de su casa. Pero la historia está muy bien hilada, con un excelente guión, escrito por el propio Davies, y por la poesía de la misma Dickinson. Es brillante, bella, dura, dramática, ambigua, como la misma vida de la poeta, quien se adelantó a su época, y resistió, enfrentó y sufrió los embates de ésta. La dirección de Davies es genial, como siempre, cuidado en el detalle y en la composición de los planos y en la fotografía. Y las actuaciones son estupendas, con mención especial para la Emily Dickinson que compone la magistral Cynthia Nixon. Una de las mejores películas sobre escritores/poetas que he visto. Y de lo mejor del 2017.


Emily: Mi vida se cerró dos veces antes de su cierre.
Aún queda por ver... si la inmortalidad me desvelará
un tercer suceso...
tan enorme,
tan imposible de concebir...
como los dos que me sucedieron.
La separación es lo que sabemos del Cielo...
...y lo que necesitamos del Infierno.
Me despido de la vida que tuve...
...y del mundo que conocí.
Besa las colinas por mí
sólo una vez.
Ahora... ya puedo irme. 
Ya que no pude pararme por la muerte...
ella tuvo la amabilidad de pararse por mí.
En el coche estábamos solos los dos...
...y la inmortalidad.
Avanzamos lentamente,
ella no tenía prisa...
...y yo había apartado mi trabajo
y mi esparcimiento... por su urbanidad.
Dejamos atrás el colegio...
...en el que los niños se peleaban durante el recreo.
Dejamos atrás campos de grano y pastizales.
Dejamos atrás el sol poniente.
Mejor dicho... él nos dejó atrás.
El alba se hizo temblorosa y fría.
Mi vestido era sólo de gasa...
...mi estola... sólo de tul.
Nos detuvimos ante una casa
que parecía un bulto en la tierra.
El tejado apenas se veía...
...la cornisa, hundida en el suelo.
Desde entonces...
...han pasado siglos...
...y sin embargo,
parece más corto que el momento...
...en que presentí
que las cabezas de los caballos...
...se dirigían hacia la Eternidad.
Ésta es mi carta al mundo...
...que nunca me habló...
...de las noticias contadas por la naturaleza...
...con tierna majestuosidad.
Su mensaje encomienda...
...a manos que no alcanzo a ver.
Por el amor que le tienen,
queridos compatriotas...
...júzguenme...
...con ternura.




Cynthia Nixon


Emily: ¿Nos acompañará a la iglesia?
Vryling Buffam: Claro que no. Ir a la iglesia es como ir a Boston. Sólo se disfruta al volver a casa.
Emily: Rezaremos por el descanso del alma de nuestro pastor.
Vryling Buffam: ¿No depende de dónde haya ido?
Emily: Seremos buenas amigas.
Vryling Buffam: No me cabe duda, soy irresistible. Todos lo dicen. Cuando llegue el nuevo pastor, díganme quién es.
Emily: ¿Para que también la salve?
Vryling Buffam: No. Para saber a quién debo evitar. No disfruten mucho de las oraciones, podría convertirse en costumbre.




Cynthia Nixon


Pastor: ¿Viene hacia Dios, caballero?
Padre: Así es, pastor.
Pastor: ¿Viene con humildad?
Padre: Vengo como lo que soy.
Pastor: ¿Desea llegar a Cristo como abogado? Debe presentarse como un pecador. Arrodíllense para que rece por ustedes. Luego rezarán por su salvación.
Pastor: ¿Y usted, Srta. Dickinson?
Emily: ¿Yo qué, pastor?
Pastor: ¿No se arrodilla para entregarse a Dios?
Emily: No, señor, no me arrodillaré. Pero sí creo que Dios se me ha entregado.
Pastor: Ha dicho una blasfemia.
Emily: No era mi intención.
Pastor: ¿Protege su alma, Emily?
Emily: Lo mejor que puedo, pastor.
Pastor: ¿Y el infierno, qué es del infierno?
Emily: Lo evitaré si puedo. Lo sufriré si debo.
Pastor: Hablar así es de profanos.
Emily: Si es así, ruego a Dios que me perdone mi irreverencia.
Pastor: Oremos por todos los pecadores.




Jennifer Ehle


Emily: Desposarse sin el embelesamiento... Siempre queda la esperanza.
Vinnie: Si esperas mucho, siempre te decepcionarás.
Emily: Y si me desespero demasiado pronto, ¿qué, entonces?
Vinnie: No habrás esperado bastante.
Emily: Doy demasiada importancia a la amistad. Cuando la muerte se lleva a una amiga... no hay pérdida más profunda. Si se la lleva el matrimonio... el dolor es más sutil, pero igual de sentido.
Vinnie: No podemos mantener al mundo ni a la vida a raya, Emily. Tampoco ignorarlos.
Emily: Podemos hacer más. Podemos estar alerta.
Vinnie: ¿Y cuando acabe la alerta?
Emily: La eternidad. Allí no se sienten las pérdidas.
Vinnie: Pero ¿y el Reino por venir?
Emily: Quizá merezca la pena... pero sólo lo sabremos entonces.
Vinnie: Un día puede que te cases.
Emily: No lo creo. Austin y tú son los bien parecidos. Soy un canguro entre bellezas.
Vinnie: No. Tienes una cara preciosa y un alma hermosa.
Emily: Esperemos pues que me corteje alguien al que le interese la zoología... y todo lo espiritual. Invitemos al reverendo Wadsworth a tomar té.
Vinnie: Y a la Sra. Wadsworth.
Emily: Muy bien.
Vinnie: Prométeme que te portarás bien. Sé cuán provocadora llegas a ser.
Emily: Reuniré toda mi dignidad.
Vinnie: Eso mismo me temo.




Annette Badland


Emily: Tía Elizabeth.
Tía Elizabeth: Por fin, Emily, casi me haces esperar. ¿Y qué opinión te merece mi poema?
Emily: No dudo de que sus versos hacen honor a su talento.
Tía Elizabeth: Si fuese ingeniosa, tu dudoso cumplido debería ofenderme.
Emily: Pero, tía, los mejores cumplidos son dudosos... forma parte de su encanto.
Tía Elizabeth: ¿Te complacieron mis versos, Austin?
Austin: Mucho, tía. Dejan en ridículo "El paraíso perdido".
Tía Elizabeth: Tus hijos son demasiado sofisticados, Edward. Parte de mí lo desaprueba.
Padre: La desaprobación es grave. Si tuviera que escoger entre hijos sofisticados... o simplemente dóciles, escogería a los primeros. La docilidad casi es esclavitud.
Tía Elizabeth: Un pensamiento abolicionista.
Padre: No lo es, pero ningún cristiano defendería la esclavitud.
Tía Elizabeth: Por favor, no hablemos de este tema. Es tan indecoroso como tedioso.
Emily: No lo es para los esclavos.
Tía Elizabeth: Tenemos a un Robespierre entre nosotros.
Emily: A Robespierre no. A Charlotte Corday, quizá.
Tía Elizabeth: Edward, se comportan tan mal como tú. Creo que te han publicado un poema.
Emily: Sí. En el Springfield Republican. Se publicó anónimamente.
Tía Elizabeth: Me parece un poco excéntrico… Dadas las circunstancias, es mejor así.
Emily: No todos somos Milton.
Tía Elizabeth: No frunzas el ceño, no te favorece.
Emily: La poesía es mi consuelo por la eternidad que nos rodea.
Tía Elizabeth: ¿Quién lo dijo?
Emily: Yo.
Tía Elizabeth: Pues no lo digas, no parece muy cristiano.




Emma Bell


Emily: Que Dios la guarde.
Tía Elizabeth: Me llamará cuando llegue el momento.
Emily: Ojalá viva usted cien años.
Tía Elizabeth: Qué idea tan repulsiva.
Emily: Tía, no diga eso.
Tía Elizabeth: No temo a la muerte, Emily. Tampoco tú deberías. Con el alma preparada para Dios, nada debemos temer. Él nos allanará el camino. Rezaré por ustedes… Acuérdense de mantener el ateísmo a raya. Observen el reloj que marca las horas para todos.
Austin: Tic.
Vinnie: Tac.
Emily: Tic.




Catherine Bailey


Emily: ¿Teme a la muerte?
Vryling Buffam: No. Temo al paraíso. Pienso que será un anticlímax. La perfección suele serlo.
Emily: ¿Qué me dice del infierno?
Vryling Buffam: Será aún más aburrido que el paraíso. Será pura agonía.




Cynthia Nixon


Padre: ¿Cómo te atreves a comportarte así? ¡No es ni cristiano ni decoroso!
Emily: ¡Nadie me obligará a ser devota!
Padre: Harás lo que se te mande.
Emily: Sé que su orilla de la cristiandad es más segura, padre. También sé que le parezco recalcitrante... pero mi alma me pertenece.
Padre: Tu alma es de Dios. Peligra por culpa tuya.
Emily: Sí, padre.
Padre: En adelante... te comportarás de acuerdo con la posición social que Dios ha visto a bien concederte.
Emily: Sí, padre.
Padre: Buenas noches, Emily.
Emily: Buenas noches, padre.




Catherine Bailey


Emily: ¿Has encontrado a ese alguien?
Vryling Buffam: Alguien me ha encontrado. Un tal Sr. Wilder, profesor de matemáticas. Y si es capaz de ver el lado cómico de una fracción cualquiera, suya soy.
Emily: Pero ¿lo amas?
Vryling Buffam: ¿Amar? No sabría decirte, la idea me seduce... incluso dicen que existe.
Emily: ¿Cómo lo sabrás? ¿Y si te equivocas?
Vryling Buffam: Si no he escogido bien, mandaré que lo maten discretamente... y diré a todos que murió de una conmoción algebraica.
Emily: Ojalá seas feliz.
Vryling Buffam: De eso no hay garantía alguna. Me conformaré si es considerado.
Emily: Suena a rendición.
Vryling Buffam: No, es sentido práctico. ¿Quién sabe? Quizá el amor llegue a la zaga. Entonces disfrutaré de la complacencia.
Emily: Nunca serás complaciente.
Vryling Buffam: La vida acaba por atraparte. Al final acabamos siendo lo que más nos espanta.
Emily: En ese caso, rechazaré al mundo y no cumpliré tu profecía.
Vryling Buffam: Y cometerás la peor equivocación... pues te negarás lo que más necesita tu espíritu.
Emily: ¿Qué necesita?
Vryling Buffam: Verdad. Y experiencia. Si no, tu voto será un acto de cobardía.
Emily: Me has herido.
Vryling Buffam: He sido honesta. No te resistas a tus vicios, Emily. Recela de tus virtudes.
Emily: Austin le dijo a tía Elizabeth que la virtud es el vicio disfrazado.
Vryling Buffam: Tiene sentido del humor.
Emily: ¿Tiene sentido del humor el Sr. Wilder?
Vryling Buffam: A su manera. Me pidió la mano por carta. Si es un matrimonio infeliz, será culpa del correo. Confórmate siempre. La desobediencia debe ser secreta. Muéstrate dócil, pero en tu corazón... sé una revolucionaria.
Emily: Eso es hipocresía.
Vryling Buffam: Claro que lo es. Algo muy apreciado en América. Creemos ser incorruptibles. Nunca confundas la piedad externa con la interna. Es cosa de los episcopales.
Emily: Pero soy rebelde... y me alejo de la gracia de Dios.
Vryling Buffam: Estás más cercana a Él que cualquiera. Mira siempre bajo la superficie, Emily. Y no temas lo que veas.
Emily: ¿El caos?
Vryling Buffam: Sí.
Emily: Entonces me enfrentaré a todo.
Vryling Buffam: No seas demasiado radical. Los radicales no prosperan aquí.
Emily: Tú eres una radical.
Vryling Buffam: Acabaré conformándome... para tener paz y una vida tranquila. Pero sé que tú no lo harás. Y envidio tu valor.
Emily: Imagino que llevarás unas flores preciosas... y que sonará la marcha nupcial de Mendelssohn.
Vryling Buffam: Flores, desde luego. Mendelssohn, no. Nada de música alegre en una boda, sólo confunde.
Emily: Pero te irás para siempre.
Vryling Buffam: Ni que fuera la muerte.
Emily: ¿Y no lo es?
Vryling Buffam: No. Aunque lo fuese, debes obligarte a verlo de otro modo. América es el único país del mundo... que ve la muerte como un fracaso personal.




Emma Bell


Emily: El corazón primero pide placer.
Luego, excusarse del dolor.
Luego, pequeños analgésicos
que adormecen el sufrimiento.
Y luego, dormirse.
Y luego, si ésa fuese la voluntad
de su inquisidor...
...la libertad de morir.



Joanna Bacon


Emily: ¿Hay algo que pueda traerte, madre?
Madre: No, Emily.
Emily: Siempre pareces tan triste, madre.
Madre: Mi vida se ha ido como un sueño. Como si no hubiera sido parte de ella. Después de que naciera Vinnie... me invadió una especie de melancolía... que confundí con la satisfacción.
Emily: ¿Tan elevado fue nuestro precio?
Madre: No. No podría estar sin ustedes tres. Tener a mis hijos cerca... es la mejor de las medicinas. Pero a veces... al sonar la hora... cuando baja el sol... y las sombras se alargan... me oprime... una terrible sensación de añoranza. Siento que el corazón me pesa tanto. Cómo duele.




Cynthia Nixon


Emily: Haciendo un recuento de todo...
...primero, los poetas,
luego, el sol...
...luego, el verano,
luego, el reino de Dios...
...y luego, aquí acaba lista.
Pero al mirar atrás...
...los primeros parecen incluirlo todo.
Los demás, innecesarios.
Y por eso escribo, los poetas, todo.
Su verano dura todo un año.
Pueden permitirse un sol
que para el Este sería extravagante.
Y si el paraíso del Más Allá
es tan bello como disponen...
...para aquéllos que los adoran...
...demasiado complicada es la Gracia...
...para justificar el sueño.




Cynthia Nixon


Padre: ¿Nos acompañas a la iglesia, Emily?
Emily: No, padre.
Padre: ¿Por qué no?
Emily: Dios sabe lo que contiene mi corazón. No necesita que se lo recuerde sentada en un banco.
Padre: Ojalá tu comentario no sea tan frívolo como parece. Tu alma no es un asunto trivial.
Emily: Estoy de acuerdo, padre. Por eso conservo su independencia con meticulosidad.




Jennifer Ehle


Emily: Dicen que la familiaridad atrae al desdén.
Vinnie: Quizá el desdén atraiga a la familiaridad.
Sr. Emmons: La belleza está en los ojos de quien la mira.
Emily: Ya no es así, señor. Esta perogrullada se ha convertido en tópico.
Sr. Emmons: Es usted demasiado mordaz.
Emily: Y usted, un poco precipitado en hacerse el mártir.
Sr. Emmons: Me iré, pues, antes de que se derrame sangre.
Emily: Hay heridas que no sangran... y que sin embargo afligen.
Sr. Emmons: Supuse que deseaba deshacerse de mí, no era mi intención ofenderla.
Emily: Ni la mía, señor. Sólo deseo ser honesta.
Sr. Emmons: ¿Podría volver?
Emily: Si no lo disfruta... ¿de qué sirve?
Sr. Emmons: Esperaba que mi compañía no fuese una carga.
Emily: La carga siempre puede dejarse de lado. No se le pide que sea otro Sísifo.




Cynthia Nixon


Vinnie: Emily... ¿por qué te comportas así? Es amable, lo has herido.
Emily: No lo sé. En cuanto se acercan demasiado, noto que me ahogo. Anhelo... algo. Pero me asusta. Un hombre ama y luego se enfría... pero yo no soy así.
Vinnie: No puedes ser igual al hombre.
Emily: Sin igualdad, nada quiero saber del amor. No estaré confinada hasta el punto de no respirar.
Vinnie: Un espíritu rebelde sólo llama al castigo.
Emily: Mi rebelión será silenciosa... nadie conocerá mis verdaderos sentimientos.
Vinnie: Dios los conocerá.
Emily: Pero no estaré casada con Dios.
Vinnie: Eres su posesión y eres responsable ante Él.
Emily: Conocerá mi combate y será compasivo. Y si no existe... seré eternamente libre.




Cynthia Nixon


Emily: Nunca sabemos que nos vamos mientras nos marchamos.
Bromeamos y cerramos la puerta.
El destino nos sigue y la atranca.
Ya no saldremos.
Juega con tu mente
como músicos con las teclas...
...antes de dejar brotar la música.
Te aturde gradualmente.
Prepara tu frágil sustancia
para el golpe etéreo.
Amartilla suavemente,
lejos...
...más cerca...
...muy despacio.
Tu aliento se recupera...
...el hervor de tu mente se enfría.
Y lanza un rayo imperial
que secciona el alma desnuda.




Cynthia Nixon


Emily: ¿Te das cuenta de lo vil… que soy?
Vinnie: No seas tan dura contigo. Atacas porque te sientes herida o estás enfadada. Me parece que tu ira es una defensa contra el mundo.
Emily: ¿Cómo puedes seguir queriéndome? No me lo merezco.
Vinnie: Porque es muy fácil quererte.
Emily: Vinnie. Vinnie.
Vinnie: No eres la única... que tiene horribles pensamientos. Sí, yo también. Una vez imaginé que Mabel subía a un globo que explotaba.
Emily: Vinnie... si esto es el alcance de tu maldad... tienes la santidad asegurada... a pesar de las explosiones.




Duncan Duff


Austin: ¿Has leído esto del Springfield Republican?
Emily: No. ¿Por qué?
Austin: Es del Sr. Bowles, que publica cosas tuyas. Al que admiras, creo. Y que también está casado.
Emily: ¿Qué dice?
Austin (Lee): "¿Por qué debemos escribir? Hay otro tipo de escritura demasiado habitual... que atrae la simpatía del lector sin profundizar en el tema. Podría llamarse literatura de la desgracia. Las autoras son sobre todo mujeres, de talento quizá... rebosantes de pensamientos, sentimientos, ideas... pero pobres, solitarias e infelices. Tanto sufrimiento no suele ser saludable. Quizá acabe siendo una disciplina válida... pero de momento sólo enturbia... marchita y distorsiona. Es sumamente difícil ver claramente a través de un velo de lágrimas. El esbozo o poema es—(Emily abandona la sala)
Vinnie: Eso ha sido cruel.
Austin: La vida es cruel.




Frases de la película A Quiet Passion


Vinnie: Emily. Es el Sr. Bowles. Ha venido a Amherst sólo para verte.
Sr. Bowles: Baje, maldita sea. Me niego a hablar con alguien que está un piso más arriba que yo.
Emily: Discúlpeme por estar asustada. Veo a muy pocas personas y casi no sé qué decirle.
Sr. Bowles: Podría darme las gracias por publicar algunos versos suyos.
Emily: Más que mi agradecimiento, tiene mi gratitud. Pero, señor... alteró parte de la puntuación.
Sr. Bowles: Dios santo. ¿Qué importancia tienen un guión o un punto y coma?
Emily: Para muchos, ninguna... pero a mí me cuesta padecer la alteración de mi puntuación.
Sr. Bowles: Bien, me disculpo. Intentaba aclarar el sentido a los lectores.
Emily: La claridad es una cosa... pero la obviedad, otra. Sólo puede interferir con la obra de la poetisa, la misma poetisa. De cualquier otro, se siente como un ataque.
Sr. Bowles: Srta. Dickinson, no es forma de hablar ni de comportarse. Si tratase así a un pretendiente, no regresaría.
Emily: ¿Tan seguro está de que habrá uno?
Sr. Bowles: Claro. Incluso para alguien tan difícil de complacer.
Emily: Si viene... deberá ser tan espectacular como Disraeli. Tan sincero como Gladstone.
Sr. Bowles: ¿Y tan justo como George Washington?
Emily: ¿George quién?



Si conoces otras frases, diálogos o monólogos que destacar de la película A Quiet Passion (Terence Davies) deja tu comentario ;)




Terence Davies

Terence Davies

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