Frases de la película: High Life (Claire Denis)

Frases y Diálogos de la película "High Life". Director: Claire Denis, Guion: Claire Denis, Jean-Pol Fargeau, Geoff Cox, Música: Stuart Staples, Tindersticks, Fotografía: Yorick Le Saux, Tomasz Naumiuk. Estreno en Salas de Cine de Colombia: Película del 2018 de la gran directora francesa Claire Denis. La estuve aplazando durante un tiempo, pero la terminé de ver hace poco. Es la primera incursión de Denis en el terreno de la ciencia ficción y aventuras espaciales, y el resultado es increíble. La película, que en su sinopsis ya cuenta con un toque particular: un grupo de ciudadanos condenados a muerte aceptan cumplir su sentencia a bordo de una nave suicida, con largo destino a un agujero negro. El tiempo es largo, por lo que dentro de la espera deben vivir y convivir, hasta procrear para extender la vida hasta su destino. Como en la vida en la tierra, saben que hay un final, pero mientras deben vivir. Dentro de esa convivencia encontramos diversas normas y comportamiento que ponen a prueba y en evidencia diversos rasgos oscuros de la naturaleza del ser humano. Una reflexión sobre la existencia, sobre la vida, sobre la muerte. Un excelente guión que aleja a la película de cualquier tópico del género, y se convierte en una obra muy autoral y filosófica. Excelente producción, dirección y fotografía. Y excelentes actuaciones de Robert Pattinson y la siempre grande Juliette Binoche. Toda una experiencia distinta y sensorial.


Estoy harto de flotar por el espacio. No toleró ya más la nave. Al 99% de la velocidad de la luz, todo el cielo convergió ante nuestros ojos. La sensación... de retroceder, a pesar de que avanzábamos, de alejarnos mientras nos acercamos, a veces sólo ya no la soportaba más.

- Nosotros éramos la escoria. El desperdicio. Refugiados sin cabida en el sistema. Hasta que alguien tuvo la genial idea de reciclarnos. Algunos de nosotros con cadenas perpetuas. Otros estábamos en el corredor de la muerte. La Agencia nos hizo una oferta: El servir a la ciencia. Y dadas nuestras edades, cómo podíamos decir que no. En ese momento, habíamos estado fuera del Sistema Solar durante tres años. Casi todos nosotros seguíamos vivos. La constante aceleración crea gravedad artificial... y nos ahorra la incomodidad de la ingravidez. El cuerpo lo maneja mejor. 

- No quiero un sedante. Ya estás poniendo demasiado en el agua.
- Me atrapaste, mequetrefe.
- Nos mintieron. Y tú lo sabías. Tú lo sabías. Maldita doctora de "segunda oportunidad". Cuando te conocí por primera vez, eras una sucia drogadicta. Mírate ahora. Un espécimen hermoso. Maldita asesina de niños.

- ¿Por qué sigues intentando recolectar su esperma? Aunque pudieras inseminar a una chica, la bebé moriría irradiada.
- Las probabilidades están en nuestra contra, pero cuando mi trabajo haya alcanzado la perfección...
- Entonces, ¿qué? ¿Te vas a ir volando? 


- Sé que parezco una bruja. Todos me llaman Vultura, ¿cierto?
- Estás buena y lo sabes. Sólo no entiendo, cómo puedes seguir creyendo en tu misión de segunda clase. Es como si te hubieras convertido... en la chamán de la esperma. Es sólo la nueva religión para ti.
- Eso es porque estoy totalmente dedicada a la reproducción.

Tuvimos que iniciar la maniobra de desaceleración, para que nuestra nave se acercara a este agujero negro. Uno de los más cercanos de nuestra Galaxia. Uno pequeño. Ese era el propósito principal de nuestra misión. Nuestra misión suicida de primera clase. El objetivo era ver si podíamos capturar la... energía de rotación del agujero negro. Y convertirnos en "héroes", al proveer a la humanidad recursos ilimitados. Según el proceso de Penrose.

Tcherny: "Prefiero enterrarme bajo tierra... después de perderte, en vez de sentarme y llorar... cuando te hayas ido a tu destino".
Monte: ¿De qué estás hablando?
Tcherny: Eso es lo que me dijo mi esposa. Te lo dije, hice todo esto por ella y por nuestro hijo. Para convertir nuestra vergüenza en algún tipo de gloria, ¿sabes? Dijo que esta misión era como enterrarla dos veces, y que mi idea de gloria era una mierda.

Dibs aumentaba la dosis cuando quería que estuviéramos a su merced. Estábamos cayendo como moscas. Dormíamos, durante horas.



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