Frases y Diálogos de la película "The Power of the Dog" (El Poder del Perro). Directora: Jane Campion, Guion: Jane Campion. Novela: Thomas Savage, Música: Jonny Greenwood, Fotografía: Ari Wegner.
MiniReseña: Finalmente pude ver la nueva película de la prestigiosa cineasta australiana Jane Campion, quien adapta la novela "El poder del perro" de Thomas Savage, publicada en el año de 1967, y que sorprendió a la directora al leerlo. Luego de ver la película también quedé con muchas ganas de leerlo. Campion ganó este año el León de plata a la mejor dirección en el Festival de Venecia, y tendré que ver la ganadora a ver si no mereció el premio mayor porque es una película ESTUPENDA. La película cuenta la historia de dos hermanos dueños de un próspero rancho en la Montaña de 1924, quienes tienen una relación muy cercana (hasta duermen juntos), pero la relación tiene un quiebre cuando George, quien lleva las cuentas, se enamora de Rose, una mujer con un hijo adolescente (Peter), lo que llevará a que el otro hermano, Phil, quien se encarga del trabajo pesado del rancho, empiece una campaña contra la esposa de su hermano, entre ellas usando a su hijo. La película está impecablemente realizada desde todos los aspectos técnicos, en su fotografía, diseño de producción, música, y con una dirección delicada, detallista y minuciosa por parte de la directora, quien explora de gran forma los distintos matices y contrastes por los que transita la historia, como es el amor y la familia, pero también el resentimiento, la venganza y la represión. Un juego macabro, inteligente y sutil, muy bien narrado y estructurado visualmente, que dice más en los pequeños detalles, silencios y gestos, que en lo que muestran o dicen sus personajes. Personajes muy particulares y ricos, que son magistralmente interpretados por su reparto principal: Benedict Cumberbatch (Phil), Jesse Plemons (George), Kristen Dunst (Rose) y Kodi Smit-McPhee (Peter). Es un nuevo western, de aquellos poco usuales pero brillantes, en donde aunque no hay ni una pistola, ahonda en la psicología de sus personajes, quienes viven atormentados por su entorno, la sociedad y su propia naturaleza. Sin dudas, otra de las mejores películas del año. Hace semanas está en cartelera en España y desde diciembre en Netflix.
Phil Burbank: Sube. Siéntate ahí, Pete. Acostúmbrate a la montura. ¿Tienes botas?
Peter Gordon: Sí.
Phil Burbank: Deberías usarlas. No dejes que tu mamá te haga afeminado.
Peter Gordon: Es impresionante, Phil.
Phil Burbank: Con sólo estar ahí sentado, aprenderás todo lo que necesitas saber sobre montar, y más. Esa montura era de Bronco Henry. El mejor jinete que conocí. En un acantilado al fondo de la hacienda, hay unas iniciales y el año 1805 grabados. Debió ser alguien de la expedición de Lewis y Clark. Entonces había hombres de verdad. Podríamos salir sólos por un par de días. Seguir aquellos senderos hasta el final. No me sorprendería si hubiera oro o minerales preciosos en esas rocas.
Rose Gordon: ¿Qué sucede, George?
George Burbank: Yo... Sólo quería decir lo agradable que es no estar sólo.
Phil Burbank: Bronco Henry me dijo que la paciencia ante la adversidad nos hace hombres.
Peter Gordon: Mi padre decía que son los obstáculos. Y que debemos eliminarlos.
Phil Burbank: Otro modo de decirlo.
Phil Burbank: Tú ciertamente tienes obstáculos. Eso es innegable, querido Pete.
Peter Gordon: ¿Obstáculos?
Phil Burbank: Tu madre, por ejemplo.
Rose Gordon: Hermano Phil, fue un viaje tan bonito...
Phil Burbank: Yo no soy tu hermano. Eres una vil manipuladora.
George Burbank: ¿Le escribiste a la Vieja?
Phil Burbank: Sí, a ambos.
George Burbank: ¿Mencionaste a Rose?
Phil Burbank: Sí, Rose... Sabes tan bien como yo lo que sentiría la Vieja si pensara que te estás enrollando con ella. Tendría una hemorragia.
George Burbank: La Vieja pensaría lo mismo que piensa una señora Burbank de otra señora Burbank.
Phil Burbank: ¿Qué dijiste?
George Burbank: Nos casamos el domingo. Vendió su propiedad en Beech.
Rose Gordon: Peter, por favor, no hagas eso con el peine.
Peter Gordon: No me di cuenta.
Rose Gordon: Cuando era pequeña, se me erizaban los pelos de la nuca con el chirrido de la tiza en la pizarra. La maestra Merchant. Era ella. Dibujaba estrellas de tiza junto a nuestros nombres en la pizarra. Quién sabe por qué estrellas. ¿Por qué no diamantes? ¿O corazones? ¿O espadas? ¿Por qué? Quién sabe por qué siempre estrellas.
Peter Gordon: Porque las estrellas son inalcanzables.
Rose Gordon: ¿Algún sonido te da escalofríos?
Peter Gordon: No recuerdo.
Rose Gordon: No somos inalcanzables.
Rose Gordon: Peter. ¿No vienes a charlar un rato? Te has hecho muy amigo de Phil, ¿verdad? ¿Te trata bien?
Peter Gordon: Me está haciendo una soga.
Rose Gordon: ¿Una soga?
Peter Gordon: Cuando falleció mi padre, mi mayor deseo era ver feliz a mi madre. ¿Qué clase de hombre sería si no ayudaba a mi madre? ¿Si no la salvaba?
Phil Burbank: Me pregunto qué doncella hizo estas.
Peter Gordon: Las hice yo, señor. Mi madre era florista. Las hice como las de nuestro jardín.
Phil Burbank: Vaya, te pido disculpas. Realmente parecen de verdad.
Sven: ¿Bronco comió aquí alguna vez?
Phil Burbank: No.
Sven: ¿Dónde comían?
Phil Burbank: En esa época, comíamos arenque y bebíamos mucho en la taberna. Una vez, Bronco apostó que podía hacer saltar cualquier caballo por sobre las mesas y sillas de la taberna apiladas en la calle. Le escogimos un caballo decrépito. Él ni se inmutó. Tomó su montura, llevó el caballo hasta las mesas y sillas, hablándole todo el tiempo, acariciando la cabezota fea del caballo que olfateaba. Luego, lo montó... retrocedió y...
Cricket: ¿Qué?
Phil Burbank: Voló.
Peter Gordon: ¿Me llamó, Sr. Burbank?
Phil Burbank: No veo a ningún Sr. Burbank aquí. Soy Phil.
Peter Gordon: Sí, Sr. Burbank.
Phil Burbank: A un joven como tú debe costarle llamar "Phil" a un viejo como yo, al principio. Ven a mirar esto. ¿Has trenzado alguna vez, Pete?
Peter Gordon: No, nunca, señor.
Phil Burbank: Peter, nosotros comenzamos con el pie izquierdo.
Peter Gordon: ¿Sí, señor?
Phil Burbank: Basta de decirme "señor". A algunos les pasa. Y luego se convierten en grandes amigos. ¿Sabes qué?
Peter Gordon: ¿Qué, Phil?
Phil Burbank: ¿Ves? Lo lograste. Me llamaste "Phil". Terminaré esta soga, te la regalaré y te enseñaré a usarla. Aquí puedes sentirte muy sólo, Pete. A menos que le tomes el ritmo.
Peter Gordon: Gracias... Phil. ¿Cuánto cree que llevará terminar la soga?
Phil Burbank: Podría terminarla antes de que vuelvas a estudiar.
Peter Gordon: Bueno... Entonces, no faltará mucho.
Peter Gordon: ¿Mueren muchos terneros por los lobos?
Phil Burbank: Siempre a unos pocos los devoran, caen con tendones cortados o con ántrax. La "pierna negra".
Peter Gordon: Hablas sin parar. ¿Lo sabes?
Phil Burbank: No sabía.
Peter Gordon: Sí, así es. ¿Bronco Henry te enseñó a montar, Phil?
Phil Burbank: Sí. Me enseñó a usar la vista de modos que otros no saben. Como aquella colina. La mayoría la mira y ve sólo una colina. Cuando la miraba Bronco, ¿qué crees que veía?
Peter Gordon: Un perro que ladra.
Phil Burbank: Diablos. ¿Lo viste así de rápido ahora?
Peter Gordon: No. Cuando llegué aquí. Parece un perro con la mandíbula bien abierta.
Phil Burbank: ¿Lo viste así de rápido?
Peter Gordon: Sí.
Phil Burbank: Está bien, gordo, te diré "qué cosa". Llevamos 25 años trabajando juntos. Empezamos en 1900.
George Burbank: Es mucho tiempo.
Phil Burbank: No tanto, demonios. ¿Sabes qué podemos hacer?
George Burbank: ¿Qué?
Phil Burbank: Acampar en las montañas otra vez y comer hígado de ciervo. Asarlo ahí mismo sobre las brasas, como nos enseñó Bronco Henry.
Phil Burbank: ¿George? Hermano. ¿Dónde estabas?
George Burbank: Lo que dijiste sobre su hijo esta noche, Phil... la hizo llorar.
Phil Burbank: ¿Tenía la oreja pegada a la puerta?
George Burbank: Estaba llorando, Phil.
Phil Burbank: ¿Qué diablos? Dije que su hijo debía reaccionar y empezar a actuar normal. Fue un comentario, nada más. Ella debería saberlo.
George Burbank: Phil, ¿estás aquí? Te estaba buscando.
Phil Burbank: Pues, me encontraste.
George Burbank: Están todos aquí. Y ya vamos a comer. Preguntan por ti.
Phil Burbank: No me digas.
George Burbank: Sí, contamos con tus dotes de conversador. No debí haber dicho lo que te dije de...
Phil Burbank: Guárdense sus disculpas, los dos. No pienso ir.
George Burbank: ¿Qué les digo? La Vieja quiere verte a ti también. Viene de lejos.
Phil Burbank: Puedes decirles la verdad. Que apesto y que me gusta.
Phil Burbank: ¿Hasta dónde llegaste?
George Burbank: Hasta Beech. Ahí quería llegar.
Phil Burbank: ¿Beech? ¿Qué hacías ahí abajo, Georgie boy? ¿Hiciste travesuras?
George Burbank: Conversé con la señora Gordon.
Phil Burbank: Sí. La que te lloró en el hombro.
George Burbank: La misma.
Phil Burbank: Si le das confianza, acabarás pagando la universidad del chico afeminado.
Phil Burbank: ¿Dónde estabas hace 25 años, Georgie boy?
George Burbank: Contigo.
Phil Burbank: Yo te diré. Eras un regordete inútil, muy tonto para ir a la universidad. Tuviste ayuda, gordo. Una persona en particular nos enseñó a ser ganaderos, para que triunfáramos. Bronco Henry. Entonces... Por nosotros, los hermanos Rómulo y Remo, y por el lobo que nos crio.
George Burbank: Rose, ¿qué sucede? ¿Rose?
Rose Gordon: ¿Peter no puede ir contigo hoy?
George Burbank: Podría, pero Phil y él se han hecho compinches.
Rose Gordon: No quiero eso. No quiero que esté un minuto con Phil.
George Burbank: Pero, Rose... Lo está ayudando. Le enseñó a montar.
Peter Gordon: ¿A qué edad conociste a Bronco Henry?
Phil Burbank: Más o menos, a la tuya.
Peter Gordon: ¿Era tu mejor amigo?
Phil Burbank: Sí. Lo era. Más que eso. Una vez me salvó la vida. Estábamos en las colinas cazando ciervos, y el clima se puso feo. Para mantenerme vivo, Bronco se acostó conmigo en un saco de dormir. Nos dormimos así.
Peter Gordon: ¿Desnudos?
Peter Gordon (escribiendo/narrando):
"Libra de la espada mi alma.
Mi vida, del poder del perro".
Si conoces otras frases, diálogos o monólogos que destacar de la película The Power of the Dog (Jane Campion) deja tu comentario ;)
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